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Nemo: Corazón de Hielo Comic Digital
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Nemo: Corazón de Hielo

Moore y O'Neill entregan el protagonismo a la hija de Nemo

Un artículo de Bruno Lorenzo - Introducido el 18/02/2014
Etiquetas: moore / Aventuras /
AVISO: Éste artículo contiene posibles spoilers. En él se revelan aspectos argumentales que el lector podría preferir descubir por sí mismo.

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«Creo recordar que su padre las mencionó hace treinta y tantos años. ¿Cómo las llamó? "Las Montañas de la… Locura”» Jack, oficial del Nautilus, ante la visión de su vida.

Con la única excepción del 2011, desde hace ya unos años venimos disfrutando de la mano de Planeta DeAgostini con una cita inexcusable con uno de los mejores autores de la historia del Noveno Arte en uno de sus trabajos fetiche. Hablamos, por supuesto, de Alan Moore y su Liga de los Caballeros Extraordinarios, The League of Extraordinary Gentlemen, cuyo tercer volumen terminó con la publicación en 2013 del original aunque extravagante Century 2009. Los buenos resultados y la buena química desarrollada con Kevin O´Neill animaron a Moore, que decidió continuar su universo de ficción esta vez con un spin-off centrado en la figura de Nemo, una nueva trilogía cuya primera parte ha llegado a nuestro país con el título Corazón de Hielo

Moore y O'Neill vuelven al universo de Los Caballeros Extraordinarios con un relato rebosante de homenajes y salvajismo


No es, sin embargo, el Capitán del Nautilus el protagonista de esta historia. O al menos, no tal y como lo conocíamos hasta ahora. Julio Verne no especificó nunca que el legendario marine tuviese descendencia conocida pero, aún así, Moore se saca de la manga a Janni Dakkar, la joven hija de Nemo, que ha adoptado el cargo de su padre. Inspirada en un personaje de La Ópera de los Tres Centavos (The Threepenny Opera) de Bertolt Brecht (que sirvió también de inspiración a algunos temas del volumen 3), Dakkar, cuya primera aparición fue en Century 1910, se embarca junto a parte de su tripulación en una aventura con el fin de probarse a sí misma y demostrar que es merecedora del legado de su familia. A partir de esta simple presentación Moore desarrolla una historia igual de sencilla, una aventura “estándar” pero de gran complejidad temática.

En esta ocasión, los autores centran su visión en las mitologías de Julio Verne o H.P. Lovecraft


Nos tiene acostumbrados el británico a consultar en la red o en todo tipo de libros de manera casi constante la multitud de referencias y guiños que se agolpan en las páginas de sus obras, elementos procedentes de de los más variados lugares. Moore rompe un poco esa tradición, optando aquí por una narración mucho más lineal, que solo nos descoloca brevemente cuando la trama se involucra al máximo en el homenaje que el autor realiza a las obras de Julio Verne, HP Lovecraft y Edgar Allan Poe. En dicha narración todos los personajes cumplen perfectamente su función, con unos diálogos ágiles y muy naturales. Respecto a ellos, es cierto que la historia no requiere de profundizar mucho en cada individuo aunque se echa de menos un mayor trabajo de caracterización, sobre todo en nuestra valiente aunque por momentos incomprendida protagonista.

Este, el de la caracterización, es un detalle que podemos pasar por alto si consideramos que la figura sobre la que coloca el foco Moore en gran parte del relato no es Janni Dakkar y sí sus aparentes antagonistas. Frank Reade Jr., Tom Swyfte Jr. y Jack Wright, los tres aventureros sacados de diferentes sagas literarias clásicas estadounidenses y contratados por el mismísimo "Mr. Kane", Charles Foster Kane (sí, el mismo Ciudadano Kane de Orson Welles) son en su concepción, aunque no lo parezcan a simple vista, otro de los puntales de esta historia, en una descarada pero bien encubierta crítica de Moore hacia la perversión del arquetipo de héroe aventurero que autores como Julio Verne tan bien establecieron en su momento. No abordaremos en este artículo en profundidad este tema, pues es de una complejidad mucho mayor de lo que parece a simple vista. Simplemente os recomendamos leer con detalle este artículo publicado por Joe McCulloh en The Comics Journal, en el que analiza esa crítica a la actual cultura del entretenimiento y los iconos que la encabezan. Está en inglés, pero os aseguramos que merece la pena

Ambos autores en un evento de presentación de su nuevo título


La lectura de Corazón de Hielo se vuelve tan amena que al final nos queda la impresión de que este volumen no es más que una simple introducción a unas aventuras aún mayores. Nos quedamos sin duda con ganas de más, de conocer e indagar en lo propuesto por Moore y en la línea vital de la Capitana Nemo. Al menos el volumen se completa, como es ya habitual también en cualquier obra de este autor, con un texto que ahonda en la vida de los personajes y en un gran acontecimiento celebrado en 1938, unos años después del final de la aventura que nos ocupa (1925). Si tras eso aún os habéis quedado con ganas de más, y queréis conocer las referencias de las que hablábamos unas líneas atrás, os recomendamos encarecidamente visitar este enlace en el que encontraréis un listado (en inglés también), realizado por Jess Nevins conocido autor y bibliotecario británico que incluso ha llegado a recopilar en un libro todas las anotaciones de The League of Extraordinary Gentlemen

La nueva capitana del Nautilus se embarcará en una búsqueda que la llevará a las heladas tierras de la Antártida


Más allá de Moore, el dibujo de O'Neill sigue siendo, por supuesto, otra de las señas de identidad de la saga. El artista se mantiene firme en su estilo pulp, con una inmensa narrativa (consecuencia del trabajado guión de Moore), que permite disfrutar de todos y cada uno de los pasajes de la historia, con especial atención a la profundidad y detalle de los fondos. La escala de sus paisajes en esta obra se sale, creando una serie de viñetas que nos permiten apreciar perfectamente la inmensidad de los lugares salvajes e inhóspitos que el grupo de personajes visita. El colorista Ben Dimagmaliw, que ya trabajó con el dibujante en los tres volúmenes de Century, tiene mucho que ver en ello, aplicando una paleta de colores que parece interminable, cuyo uso otorga a la historia una espectacular atmósfera. Por último, también repite Todd Klein como rotulista, en un trabajo magnífico que evidentemente solo se puede apreciar al máximo en la versión original del cómic.


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