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La Atalaya del Vigía Comic Digital
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Tortugas Ninja: 30 años sobre el papel

Un artículo de Rodrigo Arizaga Iturralde - Introducido el 22/10/2014
La Atalaya del Vigía

El estreno de una nueva versión cinematográfica supone el broche perfecto del trigésimo aniversario de la creación de las Tortugas ninja, uno de los fenómenos más sorprendentes, exitosos e irrepetibles de cuantos ha dado la industria del comic norteamericano.

Leonardo, Donatello, Raphael, Michelangelo y su maestro Splinter nacieron en 1984 de la imaginación de Kevin Eastman y Peter Laird, dos jóvenes aficionados al cómic. Gracias a un préstamo familiar fundaron el sello Mirage Studios y editaron un cómic en blanco y negro donde -inspirados por Cerebus- parodiaban/homenajeaban la obra de Frank Miller en series como Daredevil y Ronin. Para dar salida a la tirada de apenas 3000 ejemplares contrataron anuncios en la revista Comic Buyer's Guide, principal publicación sobre cómic del momento. La expectación generada unida a la escasa tirada convirtió al tebeo en objeto de coleccionismo y a sus autores en dueños de una exitosa propiedad.

Las Tortugas Ninja nacieron en 1984 de mano de Kevin Eastman y Peter Laird


Eastman y Laird, que se ocupaban conjuntamente tanto del guión como del dibujo -adoptando un estilo gráfico común- pronto se pusieron manos a la obra con una serie regular que les obligó a replantear su intención inicial. El tono paródico de la historia original se redujo, el dibujo se volvió más elaborado, se creó un reparto de secundarios (April O'Neal, Casey Jones) y la personalidad de los protagonistas se hizo más definida en un argumento que unía artes marciales, ciencia ficción y cómic de superhéroes. Todo con un tono adulto y escenas de violencia gráfica. El éxito de la cabecera –que pronto añadió el color y fue aumentando exponencialmente el número de ejemplares- dio pie a varios especiales centrados en cada personaje e incluso a una segunda cabecera bimestral (Tales of Teenage Mutant Ninja Turtles) a cargo de Jim Lawson y Ryan Brown. Una proeza para dos aficionados sin experiencia, pero una miseria comparada con lo que estaba por llegar.



En 1987 su creación se convirtió en una serie de animación. A pesar de ciertos cambios argumentales y estéticos cara a un público infantil, la serie fue un tremendo éxito internacional, haciendo que los protagonistas pasasen de fenómeno de culto a fenómeno mundial. Tres películas de imagen real y una de animación digital, otras dos series animadas y una de imagen real, docenas de videojuegos, incontable merchandising de todo tipo… las Tortugas Ninja se convirtieron en una franquicia multimillonaria de inusitado potencial.

Gracias a la serie animada de 1987 -que eliminaba los componentes más violentos y trascendentales del cómic- los personajes se convirtieron en fenómeno de masas


La otra cara de ese éxito es que, debido a su éxito empresarial, Eastman y Laird apenas podían dedicarse al cómic. A partir del #12 fueron delegando el dibujo primero y el guión después en jóvenes autores como los citados Lawson y Brown, Steve Murphy, Michel Dooney y Eric Talbot –con ocasionales colaboraciones de nombres consagrados como Dave Sim, Michael Zulli o Richard Corben-. Las historias fueron volviéndose más episódicas y el dibujo mucho más simple hasta la serie terminó en el #62 con una larga saga que cerraba buena parte de las tramas argumentales. En los años siguientes se sucedieron dos volúmenes más: el primero, publicado a todo color y a cargo de Jim Lawson, duró solamente trece números. El segundo, editado por Image, volvía al blanco y negro e incluía varios cambios argumentales (Raphael convertido en un villano, Leonardo con una mano amputada) que no fueron del agrado de los fans ni de los propios creadores. Su cierre, tras solo veintitrés números parecía certificar el declive de la “turtlemania” a mediados de los 90.


Artistas como Michael Zulli o Simon Bisley han dado su versión de estos personajes


Tras la miniserie Bodycount, espectacularmente dibujada por Simon Bisley, Peter Laird y Jim Lawson iniciaron una nueva cabecera que devolvía la franquicia a sus raíces. Este cuarto volumen abarcó un total de treinta entregas editadas entre 2001 y 2009. Ese último año Mirage Studios cerró sus puertas tras vender los derechos al canal televisivo Nickelodeon por una cantidad millonaria. La nueva propietaria cedió a IDW los derechos para una nueva cabecera que, con la colaboración de Kevin Eastman en el guión y los bocetos, reinventa a los personajes desde cero mezclando elementos del comic original y sus versiones animadas.


Lo cierto es que, a pesar su amplia bibliografía, las Tortugas Ninja han sido más conocidas a través de sus adaptaciones a otros medios, que suavizan notablemente el tono de la obra original. Eso provoca la curiosa paradoja de que unos personajes de fama mundial sean, al mismo tiempo, relativamente desconocidos en el medio al que realmente pertenecen. Una asignatura pendiente para muchos aficionados al cómic.


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