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La Atalaya del Vigía Comic Digital
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Queen & Country: Al servicio secreto de la viñeta

Un artículo de Rodrigo Arizaga Iturralde - Introducido el 13/05/2015
La Atalaya del Vigía

Con una maestría más que probada en el manejo de la intriga tanto en la novela como en el cómic, Greg Rucka decidió dar su visión sobre el fascinante y oscuro mundo del espionaje internacional con Queen & Country, serie que ahora reedita Planeta en una interesante edición en tomos.

Creada en 2001 para la editorial independiente Oni Press, Rucka concibió su serie como un homenaje a la literatura de espionaje con John Le Carré como principal referente. Lejos de la fantasía glamurosa y los elementos fantásticos propios del James Bond de Ian Fleming, la intención de Rucka era mostrar de forma verosímil y documentada las funciones del servicio de inteligencia secreto británico –más popularmente conocido como MI6- narrando el día a día de los miembros de un grupo de operaciones especiales de dicha organización llamados los Pensadores. Algo que implicaba no solo describir misiones llenas de peleas, disparos y explosiones, sino también mostrar la preparación de dichas operaciones, los impedimentos burocráticos y administrativos, el desgaste personal de los agentes y su habilidad o incapacidad para solventar las complicaciones inesperadas en medio de una operación. Asimismo, frente al maniqueo panorama de la guerra fría y la tensión entre bloques, el escenario de Queen & Country es el gris y pantanoso terreno de la lucha contra el terrorismo internacional, la política global y la corrupción institucional.


El protagonismo de la serie recae principalmente en la agente Tara Chance, con la que Rucka demuestra una vez más su gran talento para perfilar personajes femeninos interesantes, fuertes e independientes sin que por ello tengan que renunciar a su feminidad. Aunque la mayoría de historias suelen girar en torno a Tara, la importancia del resto de personajes hace pensar más bien en un protagonismo compartido, que incluye a compañeros como Ed Kittering -con el que Chance comparte una tensa relación sentimental-, el veterano Tom Wallace, la locuaz oficial de comunicaciones Alexis, el carismático responsable de operaciones Paul Crocker, su fiel asistente Donald Weldon y C, el enigmático e implacable jefe de sección. El tira y afloja profesional entre ellos y sus cuitas personales acaban adquiriendo igual importancia que el desarrollo de operaciones como planificar el asesinato a un jefe de la mafia rusa en Kosovo, evitar que los talibanes descubran a los informadores de Afganistán, desmantelar un atentado en Egipto, ayudar a la víctima de un chantaje del gobierno francés, desenmascarar a un político que vende información a Rusia o eliminar a un colaborador de los insurgentes en Irak.


Organizada en arcos argumentales de entre tres y cinco números, cada historia utiliza prácticamente un dibujante distinto, en una sucesión de ilustradores que incluye a Leandro Fernández (Punisher MAX), Chris Samnee (Daredevil), Brian Hurtt (Gotham Central), Jason Alexander (Abe Sapien), Mike Norton (Runaways) y Steve Rolston. Dibujantes con estilos muy distintos, algunos pecan de un trazo parco en detalles que supone varios altibajos en el balance global de la serie. Por suerte el apartado gráfico busca en todo momento visualizar el realismo implícito en los guiones, beneficiándose del uso del blanco y negro para subrayar el tono crudo y desencantado de la narración.


Con un total del treinta y dos entregas la serie contó con una segunda cabecera –Queen & Country Declassified- dedicada a explorar los orígenes de algunos de los personajes más veteranos y que alcanzó doce números. A ambas hay que añadir tres novelas en prosa escritas por el propio Rucka que prolongan la conclusión del cómic. Publicada originalmente en España por Norma Editorial, la reedición de Planeta permite redescubrir uno de los trabajos más personales de su nunca suficientemente valorado creador.


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