La nueva primavera para el Soldado de Invierno

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La publicación de la nueva serie dedicada al Soldado de Invierno vuelve a poner el foco sobre Bucky Barnes, personaje cuya evolución en los últimos años resulta tan interesante como curiosa. Sobre todo porque desde su creación ha pasado más tiempo muerto que vivo.

Creado en 1940 por Joe Simon y Jack Kirby en las páginas de Captain America Comics #1, James Buchanan Barnes era la representación típica del ayudante adolescente de superhéroe que un solo año antes se había inaugurado con Robin. Un personaje descarado, locuaz y con un punto de ingenuidad que funcionaba como representación de los jóvenes lectores de la época. Tras varios años en el limbo, la recuperación del género con la Edad de Plata le llegó a Bucky de manera poco afortunada. La reaparición del Capitán América servía también para contar, de forma retroactiva, la muerte de Bucky. Roy Thomas lo recuperaría en Los Invasores narrando historias inéditas del pasado, pero Bucky dejó de ser un personaje para convertirse en una herramienta dramática, un recuerdo fúnebre que nadie se atrevía a deshacer (excepto Peter David durante La Saga del Panteón en The Incredible Hulk. Pero eso es otra historia…).


Por eso cuando cuarenta años después de su “muerte” Ed Brubaker decidió revivir al personaje, muchos se tiraron de los pelos. En justicia hay que decir que Brubaker creó un nuevo personaje más que recuperar uno antiguo. Tras su impactante presentación como asesino sin memoria al servicio de la antigua unión soviética, un revivido Bucky Barnes –nombre código: Soldado de Invierno- fue redefinido por Brubaker de forma retroactiva. Mediante flashbacks que recuperaban sus vivencias en la IIª Guerra Mundial, Brubaker mostraba como el jovial Bucky era en realidad pura fachada para ocultar a un letal operativo militar responsable del “trabajo sucio” que, por su faceta propagandística, el Capitán América debía evitar. La recuperación de su memoria perdida y las acciones para redimir sus crímenes como asesino al servicio de la URSS sirvieron a Brubaker para perfilar una visión del personaje que hizo que los detractores se convirtiesen en partidarios. Algo fundamental para la siguiente fase en los planes del guionista.


Y es que apenas dos años después de este polémico regreso el autor de Criminal iba más allá, matando a Steve Rogers y haciendo que el propio Bucky adoptase el papel de su compañero. Con un tono próximo al thriller de espionaje y conspiraciones políticas, este nuevo Capitán América desarrolló una identidad propia y diferenciada. Matices como su relación con la Viuda Negra, sus dudas a la hora de considerarse merecedor del uniforme de Steve Rogers y los peligrosos cabos sueltos de su etapa como agente soviético aportaban matices con los que –de nuevo en tiempo record- se ganó el aplauso de los lectores. Viendo el filón la editorial comenzó a reclamarle como invitado en otras series y eventos. Pero pese a esa proliferación el personaje seguía bajo la firme mano de Brubaker. Incluso tras el (inevitable) regreso de Rogers, Bucky seguía ostentando un protagonismo que algunos casi empezaban a creer definitivo.


Sin embargo la irrupción del cine cortó en seco dicha trayectoria. El estreno de Capitán America: el Primer Vengador (2011) devolvía a Rogers el protagonismo y a Bucky –interpretado por Sebastian Stan- su condición de fallecido. Marvel intentó contentar al guionista y sus lectores devolviéndole su puesto como Soldado de Invierno en una serie propia. Pero pese a su calidad la decepción de Brubaker era evidente, abandonando la serie en el #14 y siendo cancelada en el #19. Pero lo que el cine que quita, el cine te lo da. La amplia presencia del personaje en Capitán América: el Soldado de Invierno (2014) y la participación de Stan en futuras películas Marvel le hizo volver a primera línea de publicación. Primero con una miniserie firmada por Rick Remender. Luego con su destacada participación en Pecado Original. Y, tras el cambio de estatus quo del citado crossover, en la nueva serie regular escrita por Ales Kot. Ya veremos si, al igual que sobrevivió a su condición de difunto, Bucky es capaz de sobrevivir a la alargada sombra de Brubaker.