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Descender #1: Estrellas de Hojalata Comic Digital
REVISTA ESPECIALIZADA EN CÓMIC
"¿Alguna vez has bailado con el diablo, a la luz de la luna?" Joker / Batman (1989)
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Descender #1: Estrellas de Hojalata

Viaje al corazón de la mejor ciencia-ficción

Un artículo de Javier Jiménez Jiménez - Introducido el 29/02/2016

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La industria del cómic está cambiando. De un tiempo a esta parte, cualquier lector que busque las mejores y más originales propuestas dentro del cómic USA deberá apartarse un poco de las dos grandes majors y echar un vistazo a todas aquellas editoriales que no subsisten gracias a la nostalgia y familiaridad de los fans que hemos crecido con este medio. Sellos como Oni Press, IDW, Dark Horse, BOOM! Studios o incluso, Avatar Press se han hecho con un importante sector del mercado gracias a sus propuestas alejadas de los todopoderosos superhéroes y, a menudo, dirigidas a una fracción de lectores en busca de diferentes emociones y objetivos.


Pero si tenemos que elegir a una editorial que ha mutado e innovado hasta convertirse en un referente dentro del cómic adulto USA esa es, sin duda alguna ni discusión posible, Image Comics. Lejos quedan ya esos tiempos en que un grupo de dibujantes megahot decidieron plantar cara a las todopoderosas Marvel y DC y lanzar un sello editorial que les permitiera tener todo el control creativo, temático y, por supuesto, económico de sus creaciones. Como todos sabéis, el experimento fue un éxito que se saldó con títulos como WildC.A.T.S., Spawn, Savage Dragon, Maxx o Wetworks convertiéndose en superventas pero dejando bien clara una cosa tanto a lectores como a artistas: la necesidad de un buen guión tras tanta splash page, apabullante explosión y postureo femenino.

Y, contrariamente a lo que suele ocurrir cuando metemos a tantos egos gigantes en una sala, los dibujantes escucharon el clamor popular y comenzaron a dejarse acompañar por excelentes guionistas hasta que, años más tarde, los títulos presentados por la editorial de la “I” aglutinaron a la flor y nata de los escritores del noveno arte. De esta manera, la oferta mensual de la compañía permite al lector encontrar a nombres como Rick Remender, Jonathan Hickman, Kieron Gillen, Greg Rucka, Robert Kirkman, John Layman, Ed Brubaker o Brian Wood realizando colecciones mensuales y, creedme, eso es solo la punta del iceberg.


Jeff Lemire: un independiente en el imperio superheroico DC


Lemire es uno de esos autores que han tomado el cómic por asalto. Curtido en el sector independiente con magníficas obras como la trilogía de Essex County, su fichaje por parte del sello Vértigo le permitió la creación de una personal obra de ciencia ficción intimista llamada Sweet Tooth –que, increíble e inexplicablemente sigue inédita en nuestro país- donde sus desgarradores guiones, descarnadas caracterizaciones y personal dibujo nos sumergían en un relato a medio camino entre el survival horror y el cuento apocalíptico.


Muy pronto, los poderes fácticos de DC se rindieron ante sus poderosos guiones y lo ficharon para su universo superheroico, donde pergeñó historias para colecciones como Superboy, Justice League United, El Fin del Mañana o la recomendable última etapa de Green Arrow. Además, la editorial le dio cierto control sobre la llamada DC Oscura donde guionizó las aventuras de La Liga de la Justicia Oscura, Constantine, Frankenstein Agente de S.H.A.D.E. y el respetable relanzamiento del complicado Animal Man –personaje desaprovechado desde que Grant Morrison terminara su magna etapa- que convirtió en éxitos de ventas para la editorial.

Descender: Ciencia ficción con corazón


Aún así y con un futuro de nuevo vinculado a los superhéroes pero en el lado Marvel de la ecuación, los intereses de Lemire le hacían volver a títulos más intimistas como Trillium, The Nobody o la también inédita en nuestro país novela gráfica The Underwater Welder, relato submarino de inexplicable belleza que nos hace navegar por las profundas inquietudes creativas y temáticas del escritor canadiense.


En esta vertiente personal enmarcamos también la obra que nos ocupa y que ha lanzado la editorial Astiberri en nuestro país. Descender es la historia del sombrío futuro de la humanidad, diezmada por la amenaza de los gigantescos robots que han recibido el nombre de Cosechadores –con un parecido perturbador a los Celestiales del universo Marvel- y cuyo origen queda sumido en el más absoluto de los misterios. Incapaces de defenderse de la sistemática eliminación de estos colosos mecánicos, los humanos han declarado la guerra y exterminado a la mayoría de androides en un fútil intento de encontrar algo de paz en estos traumáticos tiempos.


Sin embargo, la reactivación de un olvidado autómata llamado TIM-21 en la lejana colonia minera de Dirishu-6 diez años después de la aparición de los Cosechadores podría suponer la primera pista para acabar con estos monumentales exterminadores. Con el objetivo de asegurar su captura, el Consejo Galáctico Unido mandará un equipo táctico del que formará parte el Dr. Jin Quon, padre de las teorías robóticas principales del universo y creador de la serie de androides TIM que, inexplicablemente, comparten el mismo lenguaje de programación y codex –lo que sería el ADN robótico- de los Cosechadores.

De esta manera, se iniciará una carrera contrarreloj para hacerse con el pequeño androide en la que participarán todos los poderes del universo y que podría suponer la salvación o exterminio definitivo de la raza humana.


Lemire nos presenta una historia con claras influencias de autores como Isaac Asimov y películas como Inteligencia Artificial o Yo, Robot, convirtiendo a sus personajes artificiales en seres tridimensionales que se ganan el favor del lector desde la primera viñeta.

El apabullantemente bello arte de Dustin Nguyen consigue captar perfectamente esa sensación de inmensidad e intimidad transmitida por el guionista con un dibujo inacabado, abocetado incluso en algunos pasajes, que inunda cada página de melancolía y personalidad. Además, su maestría a la hora de plasmar las expresiones de sus protagonistas se convierte en otra de las bazas de un título cuyo éxito depende de nuestra capacidad de empatizar con ese niño artificial que, desde su primera aparición, se comporta, se siente y, ¿por qué no?, se mueve como lo haría cualquier pequeño asustado al haberse despertado solo y perdido.

Descender es uno de los títulos del año y, si Lemire y Nguyen siguen planteando enigmas y misterios como lo hacen en este primer tomo, será una de las obras imprescindibles del medio por mucho tiempo.


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