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Junji Ito: Las muchas formas del horror

Un artículo de Rodrigo Arizaga Iturralde - Introducido el 27/07/2016

Hasta cuatro títulos relacionados con el nombre de Junji Ito se concentran en las novedades de ECC para el mes de Agosto. Un autor por el que la editorial española parece haber apostado fuerte a la hora de desarrollar su línea de manga, siendo el más prolífico de dicha sección. Y no es para menos ya que nos encontramos no solo ante uno de los mangakas más originales y personales de los últimos años, sino también ante un autor que ha sabido abrir nuevas vías en el género del terror, esquivando tópicos y formulas predeterminadas para devolverle todo su inquietante potencial.


Fan confeso del horror desde su infancia, Junji Ito dio sus primeros pasos en el mundo del manga a finales de los ochenta mediante pequeñas historietas enviadas a antologías especializadas en terror como Big Comic Spirits y Nemuki´s Halloween. Precisamente en un concurso para nuevos talentos organizado por esta última apareció Tomie, su primera gran obra donde ya están presentes buena parte de los que se han convertido en sus rasgos autorales más reconocibles. Bajo una engañosa apariencia de historia romántica típica del shojo manga, Tomie narra la historia de una adolescente cuya belleza y poder de seducción afecta a hombres y mujeres por igual, arrastrándoles a la locura mediante lujuria y/o celos que les llevan a cometer toda clase de atrocidades. Tomie es en realidad un ente sobrenatural que disfruta provocando el caos y la perdición, ejerciendo de nexo para contar historias de personajes normales y corrientes que, de repente y sin un motivo claro, se ven envueltos en un delirante torbellino de locura que trastoca su existencia sin remedio.


Esa habilidad para retorcer la realidad cotidiana y convertirla en un inexplicable y angustioso delirio kafkiano donde cualquier cosa terrible puede suceder (y sucede) será una constante que se repetirá en sus posteriores obras, de carácter progresivamente más atmosférico y enrarecido hasta alcanzar momentos puramente surrealistas. Tomie –cuya publicación se prolongó durante más de una década alternándose con la elaboración de historias cortas- permite asimismo observar la evolución gráfica de Ito. Un proceso en el que fue pasando de un estilo sencillo, impersonal y con carencias propias de un amateur hacia un trazo mucho más detallado y personal, conjugando el realismo con arrebatos de locura gráfica donde lo grotesco y lo delirante –momentos que suele acentuar utilizando un trazo más recargado y fuertes contrastes entre masas de blanco y negro- acaban por invadirlo todo.


Uzumaki, su siguiente obra de envergadura y que supuso su consagración internacional -fue nominada a los premios Eisner-, cristaliza esas constantes argumentales y gráficas mediante la alucinante y alucinada historia de un pequeño pueblo costero sometido a una maldición relacionada con las espirales, cuya forma acaba consumiendo –literal y figuradamente- a todos sus habitantes. El suspense psicológico, con esas omnipresentes espirales que obsesionan a los personajes, acaba dándose la mano con el horror corporal mediante transformaciones inhumanas donde edificios, objetos e incluso el cuerpo de los propios personajes se convierten en masas deformes en una espiral –valga la redundancia- argumental de apocalíptico clímax, donde el no saber la causa crea aún más inquietud que sus repulsivas manifestaciones graficas.


Gyo, relato de corte ecologista sobre un ecosistema marino inexplicablemente mutado donde peces putrefactos de patas mecánicas invaden la superficie masacrando a sus habitantes; Black Paradox, historia sobre un suicidio colectivo a través de internet que da pie a reexaminar el mito del doble malvado; Hellstar Remina, trama de horror cósmico con la aparición de un siniestro planeta en el sistema solar que desata un apocalipsis donde la civilización enloquece dejando atrás su humanidad; El Diario Gatuno de Junji Ito, obra aparentemente más ligera donde la convivencia diaria de un mangaka –el propio Ito- con su pareja y sus gatos adquiere una inquietante atmósfera rebosante del humor negro soterrado en todas sus creaciones… propuestas que junto a la recopilación de sus relatos cortos- Fragmentos del Mal y la recién editada Relatos Terroríficos- le han consagrado como uno de los autores de manga más personales e interesantes de los últimos años, dueño de un universo que comparte elementos con autores como H. P. Lovecraft, Stephen King o David Cronenberg pero filtrados a través de un tamiz indiscutiblemente propio.


Frecuentemente adaptado al cine en su Japón natal –Tomie llegó a dar pie a una saga cinematográfica de ocho entregas- la edición española de su obra era escasa y estaba dispersa por varias editoriales hasta que en 2014 ECC decidió no dejar escapar la oportunidad de darle salida a dicho material. A falta de la reedición de sus primeros éxitos (actualmente descatalogados) los lectores tienen la oportunidad de descubrir a un autor que ha logrado ser sinónimo de originalidad e imprevisibilidad en un género que lleva años padeciendo la ausencia de dichos términos.


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