Paletos Cabrones #2: Fútbol

Una impactante mirada al pasado del temido entrenador Eules Boss

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La nueva serie de Jason Aaron es muchas cosas: apabullante, extrema, sucia, violenta, extraña, áspera, sangrienta, iracunda… Pero si hay un adjetivo que resume perfectamente la propuesta ese es imprevisible. La decisión que el guionista toma en este volumen, tras el sorprendente final del anterior volumen, es algo totalmente insospechado y demuestra la libertad creativa que los autores poseen en Image Comics al tiempo que deja claro que Aaron y Jason Latour tienen previsto quedarse en el Condado de Craw una larga temporada.


Tras leer los primeros episodios de la serie teníamos perfectamente claro que el “respetado” Euless Boss era uno de esos temibles villanos implacables que pululan por las historias de la América profunda, cuya irrupción en escena solía ser el preámbulo de sucesos muy desagradables para todos aquellos que hubieran intentado frenar sus pérfidos planes.

De este modo, el regreso de Earl Tubb a Craw supuso un estorbo a la tiránica opresión que Boss ejercía sobre los habitantes del lugar y, aunque la gesta del recién llegado tenía la justicia y la libertad de su lado, ya sabemos cómo acabó la misión emprendida por Tubb y su inseparable garrote.


Cualquier otro guionista habría saltado directamente a narrarnos en profundidad los hechos posteriores al cruento final de la anterior saga pero Aaron vuelve a jugárnosla y nos plantea un reto muy importante: ¿Seremos capaces de mirar con los mismos ojos al monstruoso Boss cuando conozcamos los siniestros y espeluznantes sucesos que modelaron la persona que es hoy?


Tened cuidado porque la respuesta puede sorprenderos y, aunque está bien claro que este entrenador amante del fútbol americano y mafioso en sus ratos libres es una bestia cruel, tras leer esta brutal saga, quizás, sólo quizás, os encontréis preguntándoos cómo demonios han hecho estos salvajes Aaron y Latour para conseguir que por un segundo hayáis encontrado un rincón en vuestra alma que puede entender la mente de un depravado como este Euless Boss.

Y otra cosa antes de terminar esta reseña. Preparaos para otro de esos finales que convertirán la espera hasta la llegada del próximo tomo en una tortura tan desgarradora como un martes cualquiera en el despiadado Condado de Craw.