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Kevin Feige: El hombre tras la cortina de Marvel

Un artículo de Rodrigo Arizaga Iturralde - Introducido el 01/11/2017

12.657 millones de dólares recaudados a nivel mundial. De esa manera tan sencilla y contundente se puede resumir la trayectoria del Universo Marvel cinematográfico diez años después de su inauguración. Una de las franquicias cinematográficas más exitosas de la historia, con ramificaciones televisivas y grandes beneficios adicionales en los mercados domésticos cuyo modelo de planificación y negocio se ha convertido en la plantilla a seguir por los grandes estudios. Varios son los responsables, pero si hay un nombre que destaca es el de Kevin Feige.


Criado en el seno de una familia dedicada al mundo del espectáculo –su abuelo Robert E. Short fue un destacado productor televisivo, responsable de series como El Hombre del Rifle y El Show de Dick Van Dyke- el amor de Feige por el cine le hizo licenciarse en cinematografía en la Universidad del Sur de California, obteniendo sus primeros trabajos como asistente de la productora Lauren Shuler Donner en films como Volcano (1997) y Tienes un E-Mail (1998). Sin embargo serían los cómics, su otra gran afición, los que marcarían su futuro. Su gran conocimiento de la materia hizo que Shuler Donner recabase su ayuda, ascendiéndole como productor asociado, a la hora de concretar una producción basada en un cómic Marvel. El film era X-Men (2000), la película de Bryan Singer que daría el pistoletazo definitivo a la fiebre por el cine de superhéroes.


Su labor en dicha producción llamó asimismo la atención de Avi Arad, en aquel momento CEO de Marvel y presidente de Marvel Studios, subdivisión fundada por el propio Arad con vistas a adaptar los personajes de la editorial al medio cinematográfico. Ascendido a mano derecha de Arad, el nombre de Feige aparecería durante los siguientes años en labores de producción de films como Spiderman (2002), Daredevil (2003), Hulk (2003), The Punisher (2004) y Los 4 Fantásticos (2005) así como sus respectivas secuelas. Cuando en 2007 Arad renunció a sus posiciones en la compañía para convertirse en productor independiente, Feige fue ascendido a presidente de Marvel Studios, convirtiéndose en la principal fuerza creativa de los mismos solo por debajo de Isaac Perlmutter, socio de Arad y nuevo CEO de Marvel. Es entonces cuando decidió poner en marcha una atrevida idea que llevaría al cine de superhéroes al siguiente nivel.


Consciente de que los derechos de varios de sus principales personajes están en manos de otras productoras, Feige repasó sus opciones y tomando a los integrantes de Los Vengadores como base trazó un plan tan ambicioso como interesante: crear una franquicia de films basados en múltiples personajes que desembocasen en una película conjunta. Un proyecto producido directamente por la propia Marvel Studios con Paramount Pictures encargándose de la distribución y que tuvo en Iron Man (2008) su piedra fundacional. El éxito bendijo un plan que solo dos años después, cuando Marvel fue adquirida por Disney, redobló sus esfuerzos de cara a convertirse en una de las franquicias cinematográficas de mayor éxito. Un plan que culminó con el estreno de Los Vengadores (2012), convertida en ese momento en la tercera película más taquillera de la historia con más de 1.500 millones a nivel mundial. Un triunfo nacido de una confianza creativa insólita en semejante material de partida. Algo que implicaba esfuerzos adicionales como hacer contratos a sus actores por más de tres films antes de saber siquiera el funcionamiento del primero o establecer una continuidad con nexos argumentales directos entre sus películas más allá de algún guiño ocasional para el aficionado-.


Ya bajo el auspicio de Disney, Feige dio pie a la Fase 2 del proyecto, consistente en combinar las secuelas de la Fase 1 con la presentación de nuevos títulos como Guardianes de la Galaxia (2014) y Ant-Man (2015). Una segunda etapa donde además se abría el abanico temático de sus producciones, buscando acercarlas a otros géneros como la buddy movie de acción –Iron Man 3 (2013)-, la space opera -la citada Guardianes…- o el thriller de espionaje –Capitán América: El Soldado de Invierno (2014). El éxito se repitió generando cifras incluso mayores, y se dió inicio a una Fase 3 que repetía la formula con secuelas de éxito –Capitán América: Civil War (2016) uniéndose a la aparición de nuevos personajes –Dr. Extraño (2016)- y la incorporación de un viejo conocido –Spiderman: Homecoming (2017)- gracias a un acuerdo con Sony.


Con un futuro inmediato que ampliará las fronteras del proyecto con nuevos estilos –la recién estrenada Thor: Ragnarok (2017)- y personajes –Pantera Negra (2018)- mientras se prepara una espectacular y masiva culminación –Vengadores: La Guerra del Infinito (2018)-, la posición de Feige se asienta ahora aún más tras la destitución de Perlmutter en 2015 y una mayor libertad creativa concedida por Disney. Libre de las diferencias de opinión y del estricto control de gastos al que era sometido por Perlmutter, quizá Feige pueda ahora corregir a alguna de las carencias que parte de la crítica y aficionados achacan al innegable éxito del proyecto.


Carencias como la ausencia de cineastas de renombre a los que se les permita dejar libremente su huella en el material, sin miedo a las consecuencias y sin atender a imposiciones como la calificación por edades. Algo que ya dio pie a sucesos como la expulsión de Edgar Wright en Ant-Man o los roces con Joss Whedon que le llevaron a rechazar participar en futuros films. Otro punto delicado es la ausencia de heroínas femeninas protagonistas. Con las reticencias a producir un film sobre la Viuda Negra y DC adelantándose con Wonder Woman (2017), Capitana Marvel (2019) sería la encargada de enmendar dicha plana-. Y por último Feige se enfrenta a la cada vez más cercana y segura certeza de un posible reinicio de la franquicia, habida cuenta del paso del tiempo y de que la edad y el salario de los intérpretes protagonistas no deja de aumentar. Con la presión adicional de que el propio contrato de Feige con Marvel finaliza el año que viene y sin noticias de renovación por el momento, el cierre de la Fase 3 sin duda marcara un antes y un después. No solo para Marvel, sino para el cine blockbuster en general.

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