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Los Vengadores Costa Oeste: La Bruja Escarlata Oscura Comic Digital
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Los Vengadores Costa Oeste: La Bruja Escarlata Oscura

La Bruja ha vuelto

Un artículo de Javier Jiménez Jiménez - Introducido el 26/03/2018

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Todos los lectores de cómics tenemos autores, colecciones o etapas que han marcado nuestro devenir comiquero. Estos momentos definitorios viñetiles a menudo no atienden a la calidad de las publicaciones ni a su relevancia en la historia del noveno arte, sino que son definidos en la mayoría de ocasiones por esos descubrimientos personales que, como lectores noveles, nos han marcado en nuestros comienzos como fans del arte secuencial.

Tengo que decir que multitud de estos imprescindibles momentos en mi historial tienen un nombre en común: John Byrne. Este autor nacido en Canadá es el culpable de mi amor adolescente por la Patrulla-X -y, especialmente, por las tramas repletas de viajes distópicos en el tiempo-, los grupos de segundones que se crecen cuando las amenazas les superan -¿alguien ha nombrado a Alpha Flight?-, las superheroínas fuertes e independientes de personalidad abrumadora -os miro a ustedes Sue Richards y Hulka- y, por supuesto, las subtramas plantadas y cuidadas con esmero hasta su espectacular eclosión en magníficas historias principales.


También hay que dejar claro que mi fascinación por Byrne no es algo extraño y único ya que, a mediados de los ochenta y principios de los noventa, este autor se había convertido en un icono del cómic y sus propuestas eran sinónimo de superventas de calidad. Ya fuera en Marvel o en DC, donde su relanzamiento de Superman con El Hombre de Acero había dado inicio a una de las más recordadas etapas del personaje, Byrne no parecía defraudar nunca a sus seguidores y su incansable creatividad remodelaba cualquier colección que tocara.


Por esta razón, su llegada a Los Vengadores Costa Oeste -esos Nuevos Vengadores para toda una generación de lectores-, una colección que palidecía en ventas a pesar de pertenecer a una de las más populares franquicias de la Casa de las Ideas, fue una magnífica noticia para la comunidad comiquera y, tras sus primeros números, una confirmación absoluta de los buenos tiempos que esperaban al grupo creado por Ojo de Halcón.

Este segundo tomo que ahora nos ofrece Panini continúa las tramas iniciadas por Byrne en su llegada al título con ese indiscutible protagonismo de La Bruja Escarlata y el oscuro futuro que se cierne sobre ella. La desmantelación de La Visión y su renacimiento como un sintezoide sin emoción alguna, su rapto por parte de esa milenaria secta de inclinaciones apocalípticas o los hechos acontecidos en el crossover Atlantis Ataca -que Panini ha tenido a bien resumirnos en un pequeño artículo insertado en la lectura- han acercado a la vengadora a un punto de no retorno que amenaza su cordura y su papel como defensora de la humanidad.


La gota que colmará el vaso mágico será la llegada de Pandemonium y su secuestro de los hijos de Visión y Wanda, suceso que sacará a la luz la realidad del nacimiento de los gemelos y el siniestro secreto que desestabilizará la feliz vida familiar que la Bruja Escarlata creía estar viviendo. Toda una revelación que cambiará por completo lo que creíamos saber del personaje y que demostraba que Byrne tenía grandes planes para la colección.


Sin embargo, como tantas veces ha sucedido en el mundo del cómic, desavenencias entre el autor y la editorial truncaron los planes a largo plazo y llevaron a Byrne a abandonar el título de manera precipitada y sin cerrar todas sus tramas. Desgraciadamente y a pesar de contar con Roy Thomas como parte del equipo de guionistas de la continuación, la conclusión urdida por sus sucesores se antoja anticlimática y nos obliga a preguntarnos qué habría ocurrido si Byrne hubiera sido capaz de poner el broche final a esta imprescindible etapa de la colección.

El volumen se complementa con algunas portadas inéditas, artículos de Marvel Fanfare y, sobre todo, con una genial pieza del inigualable Raimon Fonseca que intenta arrojar algo de luz sobre la salida de Byrne y los motivos que llevaron a la Casa de las Ideas a dejarlo escapar. ¡¡¡Pura historia Marvel, amigos!!!


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