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La Atalaya del Vigía Comic Digital
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Diez guiones de cine, diez películas de cómic (II)

Un artículo de Rodrigo Arizaga Iturralde - Introducido el 27/07/2018

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En la anterior Atalaya comentábamos el caso de proyectos cinematográficos frustrados que acabaron encontrando su consolidación en el medio del cómic. Un fenómeno cada vez más frecuente debido a la mayor sinergia entre cine y cómic que ha permitido recuperar trabajos “perdidos” de cineastas tan interesantes y dispares como Federico Fellini (Viaje a Tulum, junto a Milo Manara), Jim Henson (Cuento de Arena) o George A. Romero (El Imperio de los Muertos) entre otros. Aun a riesgo de dejar fuera casos tan meritorios como los recién nombrados, sirva esta pequeña selección (continuando la del artículo previo) como breve guía de algunos de estos proyectos:


John Woo´s 7 Brothers: sobre el papel parecía la combinación ideal. Virgin Comics, editorial fundada por el multimillonario Richard Branson, creó un sello apropiadamente bautizado como Director´s Cut con la idea de que personalidades cinematográficas de renombre creasen historias y personajes sin limitaciones creativas y/o presupuestarias que luego elaborasen en cómic junto a profesionales de la viñeta. Así vieron la luz combinaciones tan extrañas y sugerentes como Game Keeper, serie de acción elaborada por Guy Ritchie y Andy Diggle; Vodoo Child, título de terror desarrollado por Nicolas Cage y Mike Carey, Snake Woman con Sherkhar Kapur y Zeb Wells modernizando la mitología hindú o Shadowhunter, serie de fantasía apadrinada por la pornostar Jenna Jameson (sic). El título más exitoso fue 7 Brothers, ideado por el hongkonés John Woo junto a Garth Ennis sobre siete descendientes de un linaje mitológico del folklore chino que deben unir fuerzas para salvar al mundo. Un cómic que recicla los elementos más distintivos del realizador de The Killer (1989) y el guionista de Predicador pero sin mayor interés que la curiosidad de ver a ambos compartiendo créditos y que, como la propia Virgin Comics, desapareció casi tan repentinamente como surgió.


Freddy vs Jason vs Ash: después de casi más de una década de desarrollo y varios intentos frustrados el estreno de Freddy vs Jason (2003) fue acogido con regocijo por los fans de ambos iconos del cine de terror. La reacción fue tan positiva que rápidamente se puso en marcha una secuela en la que a los villanos de Pesadilla en Elm Street y Viernes 13 se unía Ash Williams, protagonista de la saga Posesión Infernal encarnado por Bruce Campbell. El guionista Jeff Katz fue el encargado de escribir el libreto, pero problemas de derechos y las fallidas negociaciones con Sam Raimi para poder incorporar a Ash provocaron su cancelación. Sin embargo, la expectación de los fans mantuvo viva la premisa, provocando que finalmente DC (propietaria de Freddy Krueger y Jason Voorhes a través de su subsidiaria New Line Cinema) decidiese capitalizar ese interés adaptando el guión en forma de miniserie publicada por el sello Wildstorm. La miniserie, que fue dibujada por Jason Craig, fusionaba con éxito las tres franquicias incluyendo numerosos guiños a entregas previas de las mismas y obteniendo el suficiente éxito como para generar una segunda parte.


Balas Perdidas: El francés Alexis Nolent (habitualmente acreditado como Matz) y el norteamericano Walter Hill se conocieron a raíz del rodaje de Una Bala en la Cabeza (2012), adaptación de un cómic del primero que fue dirigida por el segundo. Su conexión fue tan buena que Matz le ofreció colaborar en un proyecto para cómic, lo cual Hill aprovechó para dar salida a un guión que había escrito casi veinte años atrás. Balas Perdidas narra la historia de Roy Nash, un sicario de la mafia que sale de la cárcel. Ambientada en 1932, en plena Ley Seca estadounidense, la trama sigue a Nash mientras busca vengarse de los tres socios que le traicionaron durante un atraco que terminó con sus huesos en prisión. Una historia criminal de venganza con ecos de western que Matz adaptó junto al dibujante Jef procurando mantener la atmósfera cinematográfica del relato original y que suple su trillado punto de partida gracias a su certero ritmo y a una ambientación puramente cinematográfica. La colaboración resultó tan satisfactoria que apenas una año después Hill, Matz y Jef repitieron con Cuerpo y Alma, otro guión inédito que finalmente si acabaría rodándose gracias a la buena acogida de su versión en viñetas.


Los Hijos del Topo: en el plano cinematográfico el polifacético autor chileno Alejandro Jodorowsky es conocido principalmente por El Topo (1971) un western psicodélico dirigido, escrito y protagonizado por él mismo que en su momento hizo furor en la escena del cine underground convirtiéndose en un título de culto. Durante años Jodorowsky tanteó la posibilidad de hacer una secuela, pero pese a lo avanzado de algunos intentos -llegando a rumorearse los nombres de Johnny Depp y Marilyn Manson como protagonistas- problemas de derechos y financiación lo impidieron. Finalmente la secuela acabaría viendo la luz más de cuatro décadas después en forma de cómic espectacularmente dibujando por el argentino José Ladronn. Su trama, que se inicia recreando el desenlace la cinta original, presenta a Caín y Abel, los dos hijos del pistolero conocido como El Topo, enfrentados entre sí debido al legado de su difunto padre, convertido en una suerte de santo al que se rinde culto. La peculiar fusión de simbología bíblica, superstición pagana y elementos surrealistas tan querida por el guionista se dan la mano con un violento western crepuscular donde la rivalidad entre hermanos parece destinada a acabar sangrientamente. A falta de un segundo álbum que culmine la historia, el meticuloso y espectacular trabajo gráfico de Ladronn es virtud más que suficiente para recomendar su lectura.


Star Trek: La Ciudad al Borde de la Eternidad: escrita por el prestigioso Harlan Ellison para la primera temporada de la mítica serie de televisión original, La Ciudad al Borde de la Eternidad es una de las historias más recordadas de la franquicia Star Trek, En ella Kirk, Spock y el resto del Enterprise siguen a un desaparecido doctor McCoy hasta un misterioso planeta donde el tiempo se distorsiona. El resultado es una cadena de paradojas temporales que amenazan con destruir la historia tal y como la conocemos. Elegido casi unánimemente como el mejor episodio de la serie y receptor de galardones como el premio Hugo y el del Sindicato de Guionistas de América al mejor guión televisivo, el resultado final es muy distinto al escrito originalmente por Ellison, que fue reescrito por el creador de la serie Gene Roddenberry para suavizar algunos de sus elementos más polémicos (que incluían tráfico de drogas, una visión corrupta de la Federación y reflexiones sobre el fascismo entre otros elementos), provocando la ira del temperamental Ellison.


Casi cincuenta años después pudo desquitarse al ver como su guión original era adaptado en viñetas por la editorial IDW en una miniserie de cinco números. Espectacularmente dibujada con un estilo pictórico por J. K. Woodward, esta nueva versión no solo evitaba la censura de sus elementos más polémicos sino que aumentaba la escala de la historia al no estar ya sujeta a las limitaciones técnicas y presupuestarias de la producción televisiva original, logrando un resultado capaz de satisfacer tanto al trekkie más furibundo como a aquellos ajenos por completo a la franquicia.


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