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Marvel Saga #71 - El Asombroso Spiderman #33: El Fantasma de Jean DeWolff Comic Digital
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"Hal era el hombre sin miedo / ¿Y qué es Batman, si no lo tienes? Sólo un hombre." John Stewart a Batman / Green Lanter Renacimiento
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Marvel Saga #71 - El Asombroso Spiderman #33: El Fantasma de Jean DeWolff

Mi nombre es Peter Parker, y hoy seré vuestro profesor

Un artículo de José María Pérez Cuajares - Introducido el 14/02/2019
Marvel Saga #71 - El Asombroso Spiderman #33: El Fantasma de Jean DeWolff
Marvel Saga #71 - El Asombroso Spiderman #33: El Fantasma de Jean DeWolff USA - 2018
Guionista:Christos Cage, Dan Slott, Stan Lee, Frank Tieri, Paul Benjamin, Todd Dezago
Dibujante:Reilly Brown, Giuseppe Camuncoli, Ryan Stegman, Marcos Martín, Javier Pulido y Todd Nauck
Editorial:Panini Cómics - 192 páginas - color Precio:19,00€
PUNTUACION
3,5/5

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Hay personajes que lo soportan todo. Historias repletas de acción, unas gotas de drama, aventuras, humor y hasta un poco de romance son los ingredientes que toda buena historia de Spiderman debe contener, y el tomo que ahora nos llega no es una excepción, sino más bien todo lo contrario: se las arregla para resumir en poco menos de 200 páginas la esencia del personaje, sobre todo con esa pequeña joya que Stan Lee y Marcos Martín nos regalan casi al final del volumen. Pero vayamos por partes. El volumen anterior suponía la confirmación de que las cosas han cambiado para el bueno de Peter. O mejor dicho, que todo ha cambiado para quedarse como estaba antes. De nuevo tenemos a un Peter soltero, con nuevo empleo, que forma parte del equipo de héroes más poderoso de la Tierra, pero que añora volver a sus tiempos como profesor. Por suerte para él, el Hombre Gigante va a ayudarle a conseguir su sueño y es que la Academia Vengadores necesita urgentemente de profesores cualificados que enseñen a sus alumnos a convertirse en los héroes del mañana. Las dos entregas que abren el tomo son abra de un Christos Gage que saca mucho partido a la versión más cómica de Spiderman, para conseguir alternar acción y humor a partes iguales. Así, Spidey ayudará a Reptil, Estilo, Temple, Tóxica, Velo y Relámpago a enfrentarse a la amenaza de Psicoman, que los ha vuelto en contra de su mentor.


A continuación vuelve Dan Slott como guionista para traernos El Regreso de Antiveneno, una saga en dos entregas que aprovechaba para hacer un poco de ruido entre los fans y especular con otro inesperado retorno, el de la capitana Jean DeWolff. Como suele suceder en estos casos, y a pesar de la interesante alianza que Spiderman se veía obligado a realizar con Antiveneno y el Espectro, la parte de DeWolff tampoco era para tanto y, aunque se trata de una buena historia, pronto queda en el olvido, ya que buena parte de la trama servía para allanar el camino a Spider-Island, la próxima gran saga arácnida que disfrutaremos a partir del próximo volumen de la colección. La historia autoconclusiva que viene a continuación va directa a darle al lector un puñetazo en el estómago y es que Betty Brant será víctima de un desagradable ataque, lo que llevará a un desatado Spiderman a recordar aquella vez en la que dejó escapar al criminal que luego acabaría con la vida de su tío Ben y a buscar de forma inmediata una manera de vengar a su amiga.


Sin embargo, como decía al principio, la mejor historia de cuantas contienen el tomo se deja para el final. Escrita por el mismísimo Stan Lee, fue publicada de forma original en doce entregas de dos páginas, ilustradas como páginas dobles por un soberbio Marcos Martín. Su arte es tan natural como efectivo, precioso y cuidadosamente diseñado, de esos casos en que te gustaría que cada una de las páginas adornase el salón de tu casa. La aparente sencillez de la historia de Lee es un motivo más para amar cada pequeña historia de un personaje que nos ha acompañado durante más años de los que estamos dispuestos a admitir, y que se mueve con tanta soltura entre géneros que no tenemos más remedio que acompañarle en cada nueva historia, con independencia de su tono, para comprobar que por más que pasen los años, sus aventuras seguirán entreteniéndonos como el primer día y, al fin y al cabo, para eso leemos cómics.


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