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Terminator: Viñetas del futuro pasado

Un artículo de Rodrigo Arizaga Iturralde - Introducido el 30/11/2019
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El reciente estreno de Terminator: Destino Oscuro (2019), nuevo intento de relanzamiento de la saga cinematográfica protagonizada por Arnold Schwarzenegger, parece no haber cubierto las expectativas pese a suponer el regreso a la misma tanto de sus protagonistas originales como de su creador James Cameron, quien ejerce aquí como productor y responsable del argumento. Un nuevo tropiezo para una saga que no parece levantar cabeza desde la monumental Terminator 2: El Día del Juicio Final (1991), atrapada en un continuo reciclaje de viejas ideas cada vez menos inspirado. Sin embargo hay otros medios que sí han sabido explorar las posibilidades de ese futuro mundo apocalíptico donde la humanidad está en guerra contra las máquinas. En concreto el cómic, donde la franquicia atesora varios títulos interesantes con inesperado pedigrí a lo largo de sus diferentes etapas editoriales.


La primera encarnación en viñetas fue obra de la editorial NOW Comics, que en 1988 lanzó una serie regular llamada simplemente The Terminator. Ambientada íntegramente en la guerra del futuro, narraba las andanzas de un grupo de luchadores de la resistencia humana en el año 2031 y tenía como principal protagonista a Tim Resse, el hermano menor adolescente del personaje interpretado por Michael Biehn en Terminator (1984). Realizada por guionistas y dibujantes semidesconocidos como Fred Chiller, Tony Caputo, Ron Frontier, Thomas Tenney y Tony Atkins, la cabecera alcanzaría diecisiete números con un estilo gráfico más luminoso y amable del usado por Cameron para ilustrar ese planeta futuro arrasado por la guerra nuclear, utilizando elementos argumentales de cosecha propia tan delirantes como una colonia de humanos en la Luna que permanece ajena a la destrucción de la Tierra, una nueva raza de androides –similares a los sintéticos de la saga Alien- diseñada por los citados colonos lunares o Skynet, la computadora responsable del exterminio humano, apareciendo en forma de hologramas que recuerdan al típico villano de dibujos animados (sic).


Mucho más interesantes serian La Tierra en Llamas y Todos Mis Futuros Pasados, miniseries lanzadas por NOW tras cancelar la serie regular. La primera, escrita por Frontier y dibujada por Alex Ross en su primer trabajo profesional, cuenta como en el año 2041 un envejecido y desesperado John Connor lanzaba el ataque definitivo contra Skynet asaltando su sede central situada en las antiguas instalaciones del NORAD en las montañas de Colorado. Aunque recuperaba personajes vistos en la serie regular previa la trama poseía un tono más oscuro y violento en sintonía con el arte “pintado” de un Ross que aportaba aquí un mayor realismo aunque sin depender tanto de los referentes fotográficos como a posteriori. Una historia que narraba un evento solo sugerido en los films y que incluso se permitía incluir referencias a No Tengo Boca y Debo Gritar, relato de Harlan Ellison que le costó a la película original una demanda por plagio. Por su parte Todos Mis Futuros Pasados suponía una precuela a la primera película firmada por Chuck Dixon y Lenil Delsol (también ilustrada en formato pictórico) que contaba los eventos que llevaron tanto a Kyle Reese como al primer T-800 a viajar en el tiempo en busca de Sarah Connor.


El cierre por bancarrota de NOW hizo que la licencia pasase a Dark Horse, responsable de la adaptación al cómic de franquicias como Star Wars, Alien o Depredador. En 1990 aparecería la miniserie The Terminator (rebautizada a posteriori como Terminator: Tempest), una secuela que proponía el viaje al presente de un grupo de soldados humanos liderados por la coronel Mary Randall con el objetivo de eliminar al Dr. Hollister, el científico responsable de la tecnología que daría pie a los androides asesinos. Para protegerle Skynet envíaba al presente cuatro terminators, incluido un híbrido experimental de humano/máquina llamado Dudley que acababa cambiando de bando. La serie, creada antes del rodaje de Terminator 2 (con las consiguientes incongruencias con la continuidad posterior), estaba firmada por John Arcudi y Chris Warner, dos autores fijos de la editorial y su premisa continuaría en posteriores miniseries –Objetivos Secundarios, Enemigo Interior y Endgame- a cargo de nombres como James Robinson, Ian Edginton, Paul Gulacy o Jackson “Butch” Guice. Pese al continuo vaivén autoral, el desarrollo de la trama, que incluía a personajes como Ed Astin, traicionero ayudante de Hollister o el detective de policía Sloane y que evolucionaba hacia la búsqueda de una Sarah Connor a punto de dar a luz al futuro salvador de la humanidad, resultaba bastante compacto, si bien Endgame tuvo que hacer uso de la retrocontinuidad para poder cuadrar la trama con lo mostrado en cines.


Más allá de la saga de Mary Randall hubo otros títulos publicados por Dark Horse como One Shot –una curiosa historia de tintes criminales firmada por Robinson y Matt Wagner donde, en paralelo a la película original, un segundo Terminator persigue a otra mujer también llamada Sarah Connor-, Hunters & Killers -ambientada en Rusia durante la guerra del futuro con un comando Spetznaz haciendo frente no solo a Skynet y sus robots, sino también a MIR (su contrapartida soviética) mientras intentan controlar un submarino nuclear-, Death Valley –historia con aires de western firmada por Alan Grant, Guy Davis y Steve Pugh donde un cazarrecompensas y un delicuente deben hacer equipo para sobrevivir al acoso de dos terminators de programación defectuosa- y Dark Years (nueva vuelta de tuerca a los eventos previos a la película original a cargo de Grant y Mel Rubi). Dark Horse publicó asimismo varios crossovers como el excelente Robocop versus Terminator (firmado por Frank Miller y Walter Simonson), Superman vs Terminator (de los antes citados Grant y Pugh) y el ¿Inevitable? Aliens vs Predator vs Terminator.


Entre medias el estreno de Terminator 2 provocó la aparición de una nueva licencia (al pertenecer la secuela a otra productora) que, tras una infame adaptación de la película editada por Marvel, recayó en manos de Malibu Comics. Esta publicó dos miniseries: Cybernetic Dawn, continuación directa del segundo film escrita por Dan Abnett y Nuclear Twilight, firmada por Mark Paniccia y ambientada en la guerra del futuro mostrando el liderazgo del John Connor adulto o la creación del T-1000. Ambas fueron publicadas justo antes del cierre de la editorial. Posteriormente los derechos irían rebotando por diversas editoriales a rebufo de las subsiguientes entregas cinematográficas como Beckett Comics –que publicaría una miniserie relacionada con Terminator 3 (2003)-, IDW -que haría lo propio con una precuela de Terminator: Salvation (2009)- y Dynamite Entertainment -que publicaría varias miniseries así como un nuevo crossover con Robocop- antes de que la licencia regresase a Dark Horse con títulos como Terminator Salvation: The Final Battle (secuela de la película de 2009 obra de J.M. Straczynski y Pete Woods), Terminator 2029/1984 (otra vuelta de tuerca a los orígenes de Kyle Reese firmada por Zack Whedon y Andy McDonald) y Enemy of My Enemy, por Dan Joley y Jamal Igle.


Buena parte de todo el material anterior nunca ha sido publicado en España. Y con la excepción del díptico 2019/1984 editado por Aleta Ediciones el que sí lo hizo (La Tierra en Llamas fue publicada por Recerca mientras que las primeras miniseries de Dark Horse llegaron de manos de Norma Editorial) se encuentra actualmente descatalogado. Y aunque a lo largo de su “guadianesca” trayectoria los cómics de la saga han dado pie a mucho material olvidable también han producido obras estimables cuyo valor aumenta al tratarse de algunos de los primeros trabajos de autores cuya trayectoria posterior les ha convertido en nombres de referencia. Lástima que ninguna editorial patria haya aprovechado la ocasión para recuperarlo. Habrá que esperar al próximo reboot cinematográfico.

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