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Marvel Saga - Caballero Luna #2: Sol de Medianoche Comic Digital

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Marvel Saga - Caballero Luna #2: Sol de Medianoche

Entrenándose para convertirse en el Caballero Luna perfecto

Un artículo de José María Pérez Cuajares - Introducido el 11/06/2022

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Aunque estaba bastante claro que entre las novedades que iban a llegar a las tiendas con el estreno de la serie de TV del Caballero Luna estaría el material original con el que Doug Moench y Bill Sienkiewicz definieron el personaje hasta nuestros días, no estaba tan claro cuales iban a ser el resto de historias dignas de ser recuperadas junto a la imprescindible Biblioteca Caballero Luna. La respuesta la tenemos en este Marvel Saga que nos trae historias más recientes del personaje, pero igualmente definitorias, y en el que esperamos tenga cabida la estancia de autores como Brian Michael Bendis o Jeff Lemire. Mientras se van anunciando los contenidos de los siguientes tomos, nos conformaremos con disfrutar de los números que, a comienzos de 2007 llegaban a las tiendas, firmados por Charlie Huston como guionista y David Finch como artista principal del relanzamiento.

Este nuevo volumen se encargaba de poner en contexto al personaje después de varios años de dar tumbos sin rumbo fijo por diversas cabeceras, y sin que nadie supiera sacarle todo el partido, con un Huston que llegaba a la serie dispuesto a permanecer un tiempo como guionista, poner un orden en la caótica continuidad del personaje y, de paso, atraer el interés de los lectores, que casi se habían olvidado de que no hacía demasiado que los callejones más oscuros de la ciudad estaban protegidos, además de por Daredevil o el Castigador, por el Caballero Luna. Aprovechando la confusión reinante sobre sus orígenes, poderes, y hasta su relación con Konshu, el guionista aprovecha para recuperar a Frenchie y Marlene, los dos eternos secundarios del personaje, y así tener la excusa perfecta para mirar atrás, y dejar claro al lector cual es la relación que le une con ellos, y cómo Spector les ha influido más de lo que se atreven a reconocer.


En paralelo a este redescubrimiento del personaje, tanto en su faceta personal como en la de superhéroe, Huston se las arregla para meterlo en la continuidad editorial reinante, que en esa época llevaba el nombre propio de Civil War. Era la época en la que nuestros héroes se enfrentaban entre ellos por vez primera, y había que dejar constancia de que Caballero Luna pertenecía a la comunidad superheróica, y comprobar como le afectaba lo que Mark Millar nos contaba en la miniserie central, y cual de los dos bandos terminaba eligiendo. De hecho, durante el tie-in con este evento, se deja muy claro que tipo de personaje es, y aunque es cierto que en más de una ocasión ha pertenecido a Los Vengadores, su respuesta al conflicto será determinante para las historias futuras del Caballero Luna.


También hay sitio en este tomo para enfrentarlo a amenazas que provienen de su pasado, o para asistir al regreso de Ray Landers, o a las visitas de ilustres invitados como Spiderman o El Castigador, asegurando así su lugar cada vez más eminente dentro del universo Marvel. En cuanto al dibujo, Finch hace un fantástico trabajo integrándole entre las sombras neoyorkinas, y poniéndole en complicadas poses que harían palidecer al Spiderman de Todd McFarlane. Es tal la sintonía de guionista y dibujante, que durante el número dibujado por Mico Suayan, es imposible no comparar ambos estilos y decidir rápidamente que, a pesar de sus virtudes, al Caballero Luna le sientan mejor las sombras de Finch que las luces de Suayan.


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