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Hellblazer: Ascenso y Caída Comic Digital
REVISTA ESPECIALIZADA EN CÓMIC
"Qué ironía, que la fuente de mis poderes termine por matarme cuando todo lo demás ha fallado" Superman / All Star Superman #1
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Hellblazer: Ascenso y Caída

Un renovado Constantine en la corte de DC Black Label

Un artículo de Javier Jiménez Jiménez - Introducido el 20/06/2022
Hellblazer: Ascenso y Caída
Hellblazer: Ascenso y Caída USA - 2022
Guionista:Tom Taylor
Dibujante:Darick Robertson
Editorial:ECC Ediciones - 152 páginas - color Precio:20,95€
PUNTUACION
4/5

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Tras unos años muy oscuros y pijameros, uno de los más populares y necesarios personajes del universo DC volvía a sus orígenes y dejaba atrás un buen puñado de historias mediocres más preocupadas por hacer dinero y aprovechar la popularidad de un producto que por dejar una marca duradera y radical en el mundo del cómic. Gracias a los lectores que adoramos el inigualable personaje creado por Alan Moore -y, sobre todo, a unas ventas que languidecían y demostraban que los gerifaltes estaban equivocados a la hora de eliminar la esencia punk y extremada de Constantine de la ecuación, para que vamos a engañarnos…-, DC pareció darse cuenta de su error al haber arrancado a nuestro bastardo favorito de la zona adulta de su catálogo y comenzó a dar marcha atrás con una serie de propuestas que parecían querer devolver al personaje a sus sociales y políticos inicios.

De esta manera, la editorial fichó a Simon Spurrier como guionista y nos ofreció una propuesta que buceaba de nuevo en los más bajos fondos de la política internacional, ese Brexit orquestado por los más despreciables integrantes del panorama británico y las más míseras realidades humanas. Un título que abrazaba la esencia de nuestro protagonista y se convertía en un cómic necesario en los convulsos tiempos que nos ha tocado vivir. Con un nuevo elenco de secundarios que reunía personajes de otras etapas y creaba nuevos e instantáneos fan favorites -¿quién podría resistirse al inocente encanto y la simpatía de Tommy Willowtree?-, Spurrier se unía a un selecto grupo de escritores con Moore, Jamie Delano, Neil Gaiman, Garth Ennis, Grant Morrison, Denise Mina o Peter Milligan que habían ayudado a forjar uno de los mejores cómics de la historia del género.


Esta época coincidió con la búsqueda por parte de DC de un sello que recapturara la magia del desaparecido Vertigo y ofreciera a los lectores adultos un rincón editorial donde encontrar propuestas de los personajes más populares de la casa -fueran superhéroes o no- alejadas de la sacrosanta continuidad y ambientadas en un marco más drástico y, ¿por qué no?, polémico.

Por supuesto, el nombre de John Constantine comenzó a sonar nada más inaugurar esta línea y el personaje se convirtió en secundario de títulos como Batman: Condenado, el John Constantine: Hellblazer del que hablábamos anteriormente o este Hellblazer: Ascenso y Caída, que reunía a los célebres Tom Taylor y Darick Robertson para ofrecernos su versión del bastardo investigador de lo oculto.


Taylor opta desde el principio por ofrecernos un relato sobrenatural anclado en el pasado del personaje que, debido a las libertades ofrecidas por este sello editorial, obvia o retoca algunos de los aspectos de la historia conocida de Constantine consiguiendo suavizar un poco las aristas de nuestro protagonista sin traicionar su espíritu egoísta y vándalo. Sin embargo, esta elección funciona perfectamente en el marco creado por el guionista que decide regalarnos una gamberra historia que comienza cuando un joven Constantine decide maravillar a sus amigos con sus conocimientos sobrenaturales en un ritual con horribles resultados. Este suceso tendrá ramificaciones en el futuro que llevarán a John a reconectar con la detective Aisha Bukhari para intentar frenar una amenaza demoníaca que ha decidido eliminar a los más ricos de la sociedad por el alegre método de arrojarlos desde una gran altura con alas angelicales pegadas a sus espaldas. ¿Y hemos mencionado que Constantine intentará reclutar al mismísimo Lucifer para que ayude en esta causa?

Alejado del reflejo político y social que impregnaba las propuestas comentadas anteriormente, Taylor y Robertson deciden pasárselo a lo grande con un relato macarra y oscuro que no escatima en escenas macabras, decisiones arriesgadas y un Constantine con alguna que otra decisión dudosa a sus espaldas. En resumen, una adición menor a la mitología del personaje que, sin embargo, se convierte en un divertimento perfecto para estas calurosas tardes de verano que se aproximan.


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