Russian Olive to Red King

ECC sigue apostando por la experimentación con Spaceman Project

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Aunque es de sobra conocido por los lectores que ECC es la editorial encargada desde hace muchos años de traer a nuestro país todas las novedades de DC Comics, lo cierto es que tiene en su catálogo otras muchas obras de reconocido prestigio en cuyas páginas podemos encontrar protagonistas distintos de Batman, Wonder Woman y compañía. Para dar cabida a otro material, se creaba hace algún tiempo el sello Spaceman Project, en el que tienen cabida otras propuestas dirigidas a un público más selecto, que puede encontrar en su cada vez más amplio catálogo obras de autores que normalmente se dirige a un público con un paladar comiquero diferente. El caso que nos ocupa es curioso por varios motivos. El primero, que Stuart Immonen tiene una amplísima trayectoria como dibujante de superhéroes, con proyectos para Marvel o Image, que alterna con otros proyectos más personales y experimentales como el que nos ocupa. El segundo, que además de hacerse cargo del guion y dibujo del tomo, lo hará acompañado de su mujer Kathryn, que firman en conjunto la autoría de esta singular obra.


Una vez conocemos algo más de los autores, llega el momento de definir de que trata Russian Olive to Red King, tarea nada fácil dicho sea de paso. Nuestra historia comienza con Olive y Red, la pareja protagonista, despertando juntos en la cama y despidiéndose pronto, ya que Olive debe realizar un viaje de trabajo. Sin embargo, al poco de comenzar su viaje en avioneta, ocurrirá un accidente que va a cambiar sus vidas para siempre. A partir de ahí, acompañaremos a Red durante los días siguientes al accidente, incapaz de conectar con su mujer, o de saber qué ha pasado realmente, sin mucha más relación con nadie que no sea el perro de la pareja.


Por otro lado, acompañaremos también a Olive en su lucha por sobrevivir, o quizás ya haya fallecido como consecuencia del impacto, solo que aún no es consciente de su nueva situación. Así, alternando los puntos de la vista de la pareja, los Immonen nos proponen un relato desgarrador, sobre la soledad, la perdida y el amor, que a buen seguro no te dejará indiferente. Destaca sobre todo el dibujo de Stuart Immonen, pausado y delicado como pocas veces hemos visto, y es que estamos muy acostumbrados a verle dibujar épicos enfrentamientos entre superhéroes, y muy pocas veces tiene la oportunidad de tomarse las cosas con la calma que lo hace aquí. Un proyecto diferente, que se toma su tiempo para que el lector pueda saborear este relato, lleno de matices y de pequeños momentos, como en el que Red decide devolver un jersey que había para comprado para Olive, ya que la compra ha dejado de tener sentido para él.