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Universo Sandman - John Constantine: Hellblazer Comic Digital

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Universo Sandman - John Constantine: Hellblazer

Nuestro bastardo favorito vuelve por la puerta grande

Un artículo de Javier Jiménez Jiménez - Introducido el 21/05/2023

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Suponemos que el “bueno” de John Constantine tuvo que experimentar la misma sensación que Hulka en la vuelta de John Byrne al título tras conocer la noticia acerca de su inclusión en Black Label, el nuevo sello adulto DC. En aquel entonces, el autor trató los números anteriores a su retorno como un extraño sueño que nuestra protagonista había sufrido y, para alegría de los fans, ya había terminado. En el caso que nos ocupa, la pesadilla ha durado varios años y había arrastrado a nuestro investigador preferido al universo de colores chillones, uniformes ajustados y hazañas superheroicas que sirve de columna vertebral al éxito de DC.

El problema que no supieron anticipar los poderes editoriales de la casa es que Constantine es un personaje que se nutre de la anarquía, el caos y la denuncia política, razón por la que lanzarlo sin más a un universo poblado de personajes estereotipados, conflictos simples y diversión inconsecuente iba a resultar en el mejor de los casos una mala idea. El resultado, desgraciadamente para todos los que amamos a este bastardo modelado por guionistas de la talla de Alan Moore, Jamie Delano, Warren Ellis, Garth Ennis o Peter Milligan, fue una etapa insulsa en la que los autores intentaron convertir a Constantine en el bribón pendenciero simpático de turno que servía de contrapunto humorístico a la seriedad de muchos de los integrantes de la Liga de la Justicia.


Sin embargo, todo lo malo tiene un final y Constantine se negaba a seguir palideciendo más tiempo en los títulos pijameros de la editorial, ansiando volver a su Reino Unido natal para seguir repartiendo su patentada mezcla de mala leche, egoísmo recalcitrante y flema británica.

Como el experimento superheroico no había salido todo lo bien que conjeturaban los gerifaltes deceítas, Simon Spurrier se encontró con la posibilidad de devolver a Hellblazer su grandeza perdida y volver a convertirla en una serie adulta, relevante e imprescindible en los tumultosos tiempos que nos ha tocado vivir. Esta colección consigue su grandeza cuando utiliza cada demonio, cada maldición y cada vampiro para mostrarnos los problemas reales de nuestro mundo, usando esta fachada de título esotérico y terrorífico para tratar temáticas que retratan los peores rasgos de la condición humana.


Acompañado por el arte de Aaron Campbell, Matías Bergara o Marcio Takara, Spurrier sitúa a Constantine en el centro de un misterio que servirá de argumento vertebrador a toda su etapa y que enfrentará a nuestro protagonista a un enemigo que lo conoce tan bien que ninguno de sus trucos servirá para derrotarlo. Además, con el Brexit y el racismo imperante en la sociedad actual como telón de fondo, el guionista utilizará los aparentemente inconexos relatos de este volumen para ir tejiendo un tapiz que comience a desvelar ante nosotros las verdaderas intenciones del escritor.

ECC recoge ahora toda la maxiserie en un imprescindible volumen que se torna un increíble acierto de la editorial gracias al buen hacer de Spurrier, su respeto por la historia de nuestro bastardo favorito y la presentación de magníficos personajes secundarios -imposible no caer rendido instantáneamente ante la simpatía y ternura de Tommy Willowtree- que esperemos se queden con nosotros durante una larga temporada.


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