Yo no soy Starfire “Mi madre es una heroína”
La línea Kodomo se ha convertido desde hace tiempo en el espacio ideal para que ECC pueda recuperar diversos productos dirigidos al público infantil y juvenil, como esas dos joyas llamadas Pequeños Titanes y Batman: La Serie Animada, que nadie debería perderse, independientemente de su edad. Esta línea ha demostrado ser el espacio perfecto para dar cobijo a los nuevos productos que DC publica bajo la denominación “jóvenes adultos”, y por eso, después de una corta vida editorial en España, llega ahora a ECC para compartir espacio con el resto de productos protagonizados por Superman, Batman y el resto de héroes de la casa.
Al frente de Yo no soy Starfire tenemos a la guionista Mariko Tamaki, que precisamente se hizo cargo de uno de los primeros proyectos de la línea “jóvenes adultos”, el premiado Harley Quinn: Cristales Rotos, y que regresa ahora para traernos otro estupendo relato en el que mezclar la complicada etapa de la adolescencia con el género superheróico. Nuestra protagonista en Mandy Anders, una joven cualquiera de 16 años, enamorada de una compañera a la que nunca ha confesado sus sentimientos, que no termina de encajar por su físico y forma de vestir, y que pasa sin hacer mucho ruido por el instituto. Lo único que la diferencia del resto de compañeros, es que es la hija de Starfire. Sí, de esa Starfire, la que fundó los Jóvenes Ttitanes, y que a día de hoy sigue siendo un referente en cuanto a moda y belleza. Lógicamente madre e hija tienen muy poco en común, aunque la llegada de una amenaza del pasado lo cambiará todo.
El primer acierto que Tamaki tiene en la obra es que, aunque Starfire aparece lógicamente en sus páginas, y acompañada además del resto de los Titanes, el protagonismo absoluto lo tiene Mandy, y la popular heroína solo aparece como su madre, obviándose incluso quién es el padre de la chica. En las páginas del tomo se retrata a la perfección la vida de cualquier adolescente, ya sea en forma de mensajes de texto, de perfiles de redes sociales, selfies, emoticonos y demás medios para comunicarse de los jóvenes de hoy. Una vez conocemos a Mandy, la casi inexistente relación con su madre, a su mejor amigo y su amor platónico, es el momento de que Blackfire entre en escena y lo cambie todo.
Y es que la tía de nuestra protagonista tiene mucho que decir a Mandy sobre quien es, y no nos referimos a cómo ha decidido vivir su vida, sino a que es la hija de la princesa Koriandr de Tamaran, y eso es algo de lo que no va a poder librarse con un portazo o una contestación ingeniosa. El dibujo, a cargo de Yoshi Yoshitani resulta muy adecuado a la historia, con toques cartoon y un diseño muy colorido, que ayuda a diseñar los personajes y a darles una atmósfera sencillamente perfecta a este relato sobre el cambio y la familia. Una nueva muestra de que el sello adolescente de DC sigue gozando de buena salud, y del que esperamos nos sigan llegando nuevos títulos a las librerías.
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