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Marvel Saga - El Castigador de Ennis y Dillon #3: No Caigas en Nueva York Comic Digital
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"La violencia es un lenguaje primitivo, horrible... aunque debo admitir que su fluidez puede hacerse pasar por poesía. " Doug Ramsey / X-Men: Segundo Advenimiento
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Marvel Saga - El Castigador de Ennis y Dillon #3: No Caigas en Nueva York

¿Recuerdas al Ruso?

Un artículo de Javier Jiménez Jiménez - Introducido el 14/09/2024

Garth Ennis es sinónimo de El Castigador y, aunque su trabajo más reconocido es en la línea MAX, su primer acercamiento al personaje se dio en Marvel Knights. Este tercer volumen de Marvel Saga: El Castigador nos sumerge en esa etapa inicial, donde el dúo creativo empezó a experimentar con un Frank Castle más brutal y cargado de humor negro. Aquí, Ennis y Steve Dillon desatan su creatividad sin filtros, ofreciendo una versión del personaje que no se contiene ante nada y que se asemeja más a una encolerizada fuerza de la naturaleza que a un ser humano.

En esta serie regular, el tono es radicalmente diferente al enfoque más serio que Ennis desarrollaría luego en MAX con una dosis radical de humor grotesco y una violencia desmedida como puntas de lanza. De hecho, la historia principal, No caigas en Nueva York, lleva esta fórmula al extremo, presentando un justiciero que se enfrenta a mercenarios liderados por un exgeneral corrupto, con un enfoque que mezcla la crítica social con un humor tan burdo que roza lo absurdo y que se convertiría en marca de la casa durante kla estancia del guionista en el título.

En comparación con volúmenes anteriores, este tomo supone llevar el macarrismo a otro nivel, con un escritor que no se contenta con situaciones ya de por sí extremas y añade elementos aún más provocativos, como el regreso del villano Ruso convertido en un cíborg de gigantes pechos e imparable fuerza. Estamos ante un cómic que parece más interesado en desafiar al lector y explorar los límites del buen gusto que en mantener una narrativa coherente, lo que lo convierte en una experiencia única y, para algunos, perturbadora.


Aún así, Ennis nos propone una pausa en esta desternillante locura para contar una historia más profunda y trágica. Con un relato centrado en un veterano de Vietnam que sigue un camino destructivo similar al de Castle, el guionista nos recuerda su talentopara explorar el lado más oscuro de sus personajes en situaciones reales.

El volumen cierra con un experimento narrativo mudo que, aunque no es particularmente memorable, tiene la peculiaridad de ser el único cómic donde Dillon fue acreditado como guionista. En resumen, este tomo es una explosión de humor corrosivo y violencia exagerada, que encantará a los fanáticos del estilo más extremo de Ennis y Dillon, y que sirve como un prólogo brutal para lo que vendría más tarde en la línea MAX.


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