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La Atalaya del Vigía Comic Digital

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25 años del Caballo Negro

Un artículo de Rodrigo Arizaga Iturralde - Introducido el 12/01/2011
La Atalaya del Vigía

La llegada del 2011 es motivo de muchas efemérides en el cómic USA. Una de las más discretas y paradójicamente más importantes es el 25º aniversario de Dark Horse Comics. Esta editorial, a base de paciencia y buen hacer, supo imponerse en el mercado mayoritario consiguiendo labrarse un meritorio hueco donde antes sólo cabían Marvel y DC.

Dark Horse nació en 1986 de la iniciativa de Mike Richardson, propietario de una cadena de librerías especializadas en cómic. Aprovechando la coyuntura del momento (el inicio del mercado directo, el boom del cómic para adultos) empezó editando una antología titulada Dark Horse Presents, basada en historias cortas de múltiples géneros para la que consiguió la colaboración de varios autores de prestigio. Su gran despegue fue mediante la adquisición de licencias cinematográficas de gran popularidad como Aliens, Predator, Terminator, Star Wars o Indiana Jones. A diferencia de lo usual en estos casos, Richarson procuró dotar a estos títulos de un nivel creativo medio más elevado, ofreciendo historias más allá de la simple adaptación y con entidad por sí mismas.

La popularidad y dividendos de esas series fueron aprovechados para su siguiente y más ambicioso paso. Adelantándose a la aparición de Image, Dark Horse creó Legend, un sello editorial dotado de atractivos elementos (libertad creativa, derechos de autor) que englobaba los trabajos más novedosos y personales de gente como Frank Miller (Sin City, 300), John Byrne (Next Men), Mike Mignola (Hellboy, AIDP), Paul Chadwick (Concrete), Arthur Adams (Monkey Man & O´Brien), Mike Allred (Madman), Geof Darrow (Hard Boiled) y Dave Gibbons (Give Me Liberty) –estas dos últimas escritas por Miller-. Toda una bocanada de aire fresco en un panorama mainstream que en aquel momento pasaba por sus niveles más bajos.
Buscando crear una identidad propia en contraposición a las dos grandes, Dark Horse se mantuvo ajena al género de los superhéroes –salvo la serie de Byrne- prefiriendo diversificar sus temáticas (policiaco, terror, ciencia ficción) y renunciando a englobar sus creaciones un único universo compartido. No obstante en 1993 lo intentó creando el sello Comics Greatest World integrado por personajes como X, Ghost o Barb Wire. Sin embargo el interés de los mismos nunca fue muy destacado y pronto caerían víctimas de la burbuja especuladora de los 90. Mucho mejor resultado tuvieron iniciativas como la edición de mangas japoneses (Ghost in the Shell o la emblemática El Lobo solitario y su cachorro), la apuesta por nuevos talentos (Body Bags de Jason Pearson) y dar cobijo a autores y serie veteranas (Matt Wagner y Grendel, Stan Sakai y Usagi Yojimbo, Sergio Aragonés y Groo).

En paralelo, los éxitos de Dark Horse también se cuentan en otros campos como la edición de libros (adaptaciones literarias, ensayos) y el cine. En este último apartado cuenta con éxitos como La Máscara (1994) y Time Cop 1994) -basados en cómics del propio Richardson-, Hellboy (2004) y su secuela, Sin City (2005) y 300 (2007) aunque también con algún fracaso –Barb Wire (1996), Virus (1999)-. Actualmente, y pese a que haya otros pretendientes al puesto –Image, IDW- Dark Horse continúa como tercera en discordia en su matrimonio con el lector mediante su política de algo nuevo (El Bruto, Umbrella Academy), algo viejo (reediciones de Nexus o Creepy), algo prestado (la nueva versión de Conan, a cargo de autores como Kurt Busiek y Timothy Truman) y algo adaptado (Buffy The Vampire Slayer), siempre manteniendo una calidad media envidiable. Feliz aniversario Sr. Richardson. Y que sean al menos 25 más.


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