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Las Meninas Comic Digital
REVISTA ESPECIALIZADA EN CÓMIC
"Y mientras Namor tolera muy poco los retardos... Yo por ti, Susan, esperaría eternamente." Namor a Susan Storm / 4 Fantásticos #588
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Las Meninas

Una nueva obra maestra del cómic nacional

Un artículo de Bruno Lorenzo - Introducido el 14/11/2014
Las Meninas
Las Meninas España - 2014
Guionista:Santiago García
Dibujante:Javier Olivares
Editorial:Astiberri Ediciones - 192 páginas - color Precio:18,00€
PUNTUACION
4,5/5
Etiquetas: Las Meninas / / Biografía / Historia /

Cuando este año analizábamos la nueva edición de Los Surcos del Azar (Astiberri Ediciones, 2013), la magnífica obra de Paco Roca, lo hacíamos indicando una realidad objetiva y palpable: el inmejorable momento que esta viviendo el cómic español, de la mano de una serie de autores y obras que no sólo ofrecen buenas historias, sino que van más allá y aportan al arte nuevos niveles y caminos. O lo que es lo mismo: son obras que trascienden. Los Surcos del Azar fue el mayor representante de un año en el que hemos disfrutado de Beowulf (Astiberri Ediciones), He Visto Ballenas (Astiberri Ediciones), ¿Quién le zurcía los calcetines al rey de Prusia mientras estaba en la guerra\? (Norma Editorial) o Las Oscuras Manos del Olvido (Norma Editorial), entre otras historias de calidad con guionistas, dibujantes o equipo creativo por entero de origen patrio. Un periodo de gracia para el cómic español que continua ahora con Las Meninas, de Santiago García y Javier Olivares como exponente máximo del nivel cosechado por nuestra heterogénea "industria ".


Astiberri Ediciones y Santiago García son dos nombres que ya no podemos concebir por separado. La editorial vasca ha apostado fuerte por el guionista, traductor y teórico afincado en Estados Unidos. Ya explicábamos en la crítica de Beowulf las dificultades que habían encontrado sus proyectos para salir adelante, por unos motivos o por otros. Pero cuando lo han hecho, el reconocimiento ha sido casi unánime, por un público que muchas veces no es el que habitualmente se acerca al mundo cómic. Mientras la adaptación del poema épico anglosajón se la quedaba finalmente un desatado David Rubín, García encontró el proyecto adecuado para colaborar con el hombre que había estado destinado en un principio a contar la historia del temible monstruo escandinavo y su asesino. Ambos ya habían trabajado previamente en Panorama: La novela gráfica española hoy (Astiberri Ediciones, 2013), la espectacular antología coordinada por García que recopilaba historias cortas realizadas por algunos de los dibujantes con mayor proyección del país. Olivares, nacido en Madrid en 1964, ha desarrollado una extensa carrera en revistas, animación, publicidad y el mundo del arte secuencial, pero nunca había realizado un proyecto tan extenso como este en el mundo del cómic. Un detalle que sin embargo pasa totalmente desapercibido, pues Las Meninas es, sin duda, la obra que reivindica al fin a uno de los artistas españoles más ingeniosos y talentosos de las últimas décadas.


Y todo a pesar de que cuando el lector comienza Las Meninas es probable que las impresiones y sensaciones que tenga sean muy diferentes a las esperadas, casi en independencia del conocimiento previo de la obra. Se trata de una aproximación muy diferente y rupturista a la figura de Diego Velázquez y el legado de su carácter y obra. En esta aproximación juega un papel fundamental el trabajo de Olivares, que refleja con una habilidad de artesano las diferentes visiones sobre Velázquez que García sitúa a lo largo del tiempo. Una serie de duras elipsis nos trasladan a diferentes periodos, a diferentes protagonistas y formas de ver, pero sobre todo, nos trasladan a diferentes estilos y formas de contar una historia en la narración secuencial. El color juega un papel fundamental en todo ese trabajo. La amplia gama que utiliza Olivares es sencillamente magistral, con un tono que da Las Meninas un ambiente crepuscular por momentos, que se resumen en la idea que asalta a Velázquez: "¿Qué me queda por pintar?". De igual forma, destaca la rompedora composición de página más cercana al estilo del mundo de la publicidad, llegando a pasar de la representación caricaturesca a una más kirbyana del protagonista y su mundo, sin que por ello el fondo de la narración quede deslucido.


Dejando a un lado el magistral trabajo de Olivares, tenemos que decir que por la cantidad y el estilo de los textos y diálogos, Las Meninas se siente más como una obra de García en comparación a su anterior gran éxito, Beowulf, en la que el apartado gráfico y la fuerza de Rubín provocaba que el guionista quedase algo tapado por las circunstancias. Ya en FÚTBOL, La Novela Gráfica (Astiberri Ediciones), dominó la narración, y aquí lo hace de nuevo, dejando a Olivares la tarea de colocar las piezas y darles el brillo que merecen. Es cierto que sobre todo en el primer segmento de la historia el vaivén temporal, esas duras elipsis a las que aludíamos antes, pueden jugar una mala pasada al lector, pero una vez superado el trago inicial, el guión de García se destapa. No es un libreto perfecto, pero si es atrevido en su intención al unir en un solo libro tantas ideas y tan diferentes. Igual que Beowulf, Las Meninas divide su desarrollo en tres bloques pero, mientras en aquel disfrutamos de una narración lineal, aquí el guión esta marcado marcado por hasta cuatro niveles de acción: la vida de Velázquez, viajes y relación con otros; el legado de Velázquez en otros autores; la investigación que llevaría al pintor a conseguir ser caballero de la Orden de Santiago y, finalmente, las pinceladas y puntos de vista que nos ofrecen secundarios como el Rey Felipe IV, o Juan de Pareja. En realidad, entre unos segmentos y otros, prácticamente todos los personajes relevantes de la época tienen presencia en el tomo, especialmente aquellos que aparecen en el famoso cuadro. Hasta el enano Nicolasito, cuya aparición nos hace recordar inevitablemente esa eterna novela que es El Misterio Velázquez de Eliacer Cansino (Editorial Bruño, 2005)

Cuesta explicar con claridad, a pesar de esas divisiones, lo que el lector va a encontrar cuando abra el volumen, pues no se trata de una historia que funcione en un único sentido y requiere de un cierto esfuerzo del que recibe el mensaje por implicarse en el mensaje que sus autores nos envían. No es una biografía de Velázquez. Tampoco narra la creación de Las Meninas. Se trata de una panorámica de ambas cosas... y más. Una novela gráfica basada en las obsesiones, en el objetivo de cualquier artista, el de llegar a ser inmortal. También es una novela gráfica sobre el concepto de "crítica", del nivel en el que colocamos las cosas en una escala vital. De las obras maestras, de las comparaciones, del espíritu de superación y perfección que habita en la mente de los genios. Las Meninas como concepto, no como cuadro. Las Meninas y la posición de cada persona que ha estudiado, copiado o intentado emular el arte de Velazque en algún momento de su vida. Así, desfilan ante el lector hombres como Picasso, Dalí o Antonio Buero Vallejo que remarcan la idea de atemporalidad que debe acompañar a un legendario cuadro como el que da el título a este volumen. Toda una conjunción de temáticas que en manos de cualquier otro equipo creativo habría dado como resultado un batiburrillo sin sentido, pero que aquí estructurado y con unas ideas básicas con un fondo y una forma exquisitas, funcionan.


Esa atemporalidad está unida también a la visión social de Michael Foucault que domina toda la narración: el reflejo de lo que hacemos, simbolizado en la doble página en la que los propios autores se colocan. Colocarse, situarse, en su propia obra. Situarse en la Historia, con mayúsculas. Lo hacían Cava y Seguí en Las Oscuras Manos del Olvido, sin miramientos, posicionándose ante un tema de tanta actualidad como el terrorismo, y lo hacen García y Olivares aquí, en un tema que si bien no tiene tanta gravedad social, si tienen una importancia máxima, quizás no tanto para el presente pero si para el futuro: el de la huella que dejamos en este mundo y la importancia de la historia, de ver las cosas en su contexto y aprender de todo ello.

La edición que presenta Astiberri es una vez más, prácticamente inmejorable. Un volumen en cartoné de casi 200 páginas, con papel de calidad que permite apreciar todos los detalles del dibujo de Olivares y una cuidada presentación y reproducción, con un ajustado precio. Por todo ello, Las Meninas era antes de su salida una de las novelas gráficas más esperadas del último trimestre del año y, ahora que ya la hemos podido disfrutar editado podemos decirlo alto y claro: se trata también de uno de los cómics de este 2014. Una obra que merece ser leída, releída y disfrutada, intentando abarcar y disfrutar todas los puntos de vista y mensajes que sus autores nos transmiten, representados en momentos de la vida de uno de los mayores iconos de la historia. Un pintor, un artista, un genio, Diego Velázquez, tan inmortal como, esperamos y deseamos, sea este cómic.

Las Meninas de Javier Olivares en el Museo ABC


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