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La Atalaya del Vigía Comic Digital
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Superhéroes Widescreen

Un artículo de Rodrigo Arizaga Iturralde - Introducido el 04/05/2009

Desconozco quien inventó el término que da título al artículo, pero resulta la mar de apropiado para describir un estilo de enfocar el comic de superhéroes que siempre trata, tanto al guión como al dibujo, de lograr el más difícil todavía de la manera más vistosa posible.

Aunque “Los Ultimates” de Mark Millar y Brian Hitch son señalados como la mejor manifestación de esta modalidad, hay que remontarse a Warren Ellis y “The Authority” para el despegue de este tipo de historias, aunque lo cierto es que el germen de las mismas proviene de la "JLA" de Grant Morrison y Howard Porter. Encargado de relanzar al equipo más poderoso de DC, un trabajo a priori de lo más rutinario para el guionista escocés, Morrison decidió apartarse de la corriente imperante de superhéroes malhumorados, deprimidos y con instintos asesinos y volver a su esencia más básica: seres dotados de habilidades prodigiosas capaces de hacer lo imposible. Una tarea de reconversión fácil por otro lado, ya que jugaba con los personajes más clásicos de la casa.

El guionista escribió para sus héroes hazañas imposibles como las que vivían en la Edad de Oro pero con una sensibilidad moderna: en todo momento se nos recordaban las limitaciones e impedimentos del mundo real para al instante ver como los personajes hacían saltar por los aires dichas connotaciones. Asimismo, lejos de la introspección y psicoanálisis de “Watchmen” ó “Return of the Dark Knight”, Morrison apostaba por la acción. Acción, acción y más acción aún, presentando cada amenaza como más impresionante que la anterior en una escalada cada vez más desorbitada y con un ritmo digno de cualquier blockbuster veraniego. Invasiones alienígenas, odiseas temporales o guerras celestiales fueron algunas de las aventuras de una serie que Morrison abandonaría quizás por haber llegado a un punto en que era imposible aumentar aún más el listón.
Ellis y Brian Hitch recogieron el testigo con “Authority” añadiendo un tono más retorcido, políticamente incorrecto y dolorosamente real –si el villano de turno derribaba un edificio no se nos escamoteaba el coste humano de dicha acción- así como una planificación visual que debía mucho más al cine que a las viñetas. Y no a cualquier cine, sino a los estrenos rompetaquillas made in Jerry Bruckheimer y epopeyas de espectacularidad como “Salvar al Soldado Ryan” o “El Señor de los Anillos”. Mark Millar continuaría por esta línea con “Authority” primero y “Ultimates” después. Sin embargo, como ya les sucedió a Morrison y Ellis, tras realizar la segunda entrega de esta última, decidió echar el freno y los Ultimates pasaron a manos de Jeph Loeb y un “resucitadoJoe Madureira.

Loeb, un guionista capaz de lo mejor (sus colaboraciones con Tim Sale) y de lo peor (véase su actual “Hulk”) parece dispuesto a seguir el legado del tono “más grande que la vida” bañado de incorrección política de la serie, pero el cambio estético que supone el amerimanga de Madureira unido a lo vacuo de los guiones de este autor cuando decide ponerse espectacular aposta hacen pensar como mínimo en un giro completo en esta forma de hacer cómics. Uno que no debe haber sido muy bien recibido dado que ya se habla en EE.UU del retorno de Millar a la versión definitiva de “Los Vengadores” acompañado de Carlos Pacheco.

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