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All Star Obama
Observando el telediario no hace mucho se hablaba acerca de la potente presencia en los medios del presidente de los EE.UU Barack Obama. Según parece, el actual inquilino de la Casa Blanca es el mandatario estadounidense con mayor presencia mediática de toda la historia. La noticia desgranaba numerosos datos acerca de sus numerosas apariciones en televisión, prensa escrita e internet. Sin embargo –y aquí viene lo que nos interesa- no se hacía eco de que dicha fiebre también tiene lugar en los cómics editados en dicho país desde que se presentó como candidato a las presidenciales y que aún colea.
Joven, elocuente, bien parecido y con un halo de entusiasmo –por no mencionar el exotismo racial con respecto a sus predecesores en el cargo- a nivel mediático, Obama vendría a ser un superhéroe al que se le ha dotado de grandes poderes para afrontar las mayores amenazas (dos guerras abiertas, amenazas terroristas y una crisis económica mundial entre otras lindezas) y sobre el que gran parte de las población, norteamericana o no, ha depositado sus esperanzas. Esa imagen es lo que hace que se perciba como algo natural verle paseándose por los cómics más allá de típicos títulos biográficos como los de la editorial Bluewater Productions y su línea “Political Powers”. Imagen reforzada por la vena “freak” del propio Obama, pues si hacemos caso a los numerosos perfiles realizados sobre su persona, descubrimos que es un voraz lector de cómics, con “Spiderman” y “Conan el Bárbaro” como favoritos.
Fue Erik Larsen el primero en recurrir al político como estrella invitada en el número 137 de su “Savage Dragon” para mostrarle su apoyo cuando aún estaba en marcha la campaña electoral. Fue como destapar la caja de los truenos, ya que a partir de entonces se sucedería un auténtico torrente de apariciones estelares “as himself” en títulos superheroicos. El encuentro con su querido Spiderman durante la toma del cargo (“Amazing Spiderman” nº 583), pistola en mano junto a los Youngblood en el enésimo relanzamiento de las creaciones de Rob Liefeld ("Youngblood" Vol.4 nº 8), leyéndole la cartilla a un endiosado Norman Osborn (“Thunderbolts” nº 128) ó viéndoselas junto a Ash Williams contra hordas de demonios en una reciente miniserie de “Army of Darkness” son algunas de las situaciones en las que hemos podido leerle.
Pese a las críticas desde las instituciones presidenciales por lo que consideran una banalización de la imagen del presidente, la cosa no solo tiene trazas de continuar, sino que ha dado incluso un paso más allá, lanzándose títulos de ficción en los que el propio Obama es protagonista. Series como “Drafted” y su especial “The 100 days” -en clara alusión a la práctica de compromiso presidencial establecida por F.D. Roosevelt- donde se narran las aventuras de un Obama que ha sobrevivido a una invasión alienígena o “Barack the Barbarian”, en la que puede vérsele como homólogo de cierto cimmerio en un mundo de espada y brujería junto a otros “parecidos razonables” como una Sarah Palin a lo Red Sonja.
¿Seguirá esta fiebre entusiasta cuando su mandato se acerque al final? De momento contentémonos con que este “superhéroe” de la vida real no caiga en las trampas de ningún villano mientras saboreamos el hecho de que la realidad puede ser más extraña que la ficción.
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