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El auge de los Video Cómics

Un artículo de Rodrigo Arizaga Iturralde - Introducido el 23/12/2009
La Atalaya del Vigía
Etiquetas: Sonic / Videojuegos + cómic /

Si no puedes vencer a tu enemigo, únete”. Esta parece ser la máxima que de un tiempo a esta parte caracteriza la relación entre cómics y videojuegos. En los últimos meses hemos visto como llegaba a España la edición en viñetas de títulos como “World of Warcraft”, “Gears of War” o “Resistence” en ediciones cada vez más cuidadas. No es sino la consolidación definitiva de una tendencia que ha ido en aumento durante los últimos años.

Rastreando licencias, la relación entre el 9º arte y lo que algunos ya se atreven a calificar como el 10º tiene sus inicios en los años 90. En aquella época ya encontramos adaptaciones como las de “Mortal Kombat” y “Street Fighter” a cargo de la extinta Malibú. Se trataba de licencias concedidas a pequeños editores sin grandes esperanzas de éxito, patentes desde el momento en que eran encargadas a autores desconocidos. Por su parte la compañía Sega creo “Sonic The Comic” junto a la británica Fleetway para editar la versión en viñetas de títulos como “Sonic” y “Streets of Rage” –esta última a cargo de un entonces novato Mark Millar-. Japón, siempre a la cabeza de la tecnología punta y por extensión de los videojuegos, también probó suerte con adaptaciones de títulos como “Street Fighter” –sin relación con Malibú- o “Fatal Fury”.

Fue no obstante a finales de los 90, con el salto tecnológico a los 128 bits en las consolas (Playstation, Sega Saturn) cuando las adaptaciones comenzaron a hacerse más frecuentes y elaboradas. Sin contar la fallida fusión entre Valiant Comics y Acclaim (“X-O Manowar”, “Shadowman”), Image fue la iniciadora gracias a sus licencias como “Resident Evil” (Wildstorm) y “Tomb Raider” (Top Cow). Esta última resultó ser un gran éxito, gozando de un mayor respaldo por parte de la editorial que además de garantizar una calidad media y un ritmo de publicación estable -dos series y varios especiales-, supo llamar la atención de los aficionados mediante crossovers entre Lara Croft y otros personajes (Wichtblade, Fathom). Conscientes los editores de que, a inicios del S.XXI, el sector de los videojuegos maneja cifras de consumo mayores que el cine o los propios comics, las editoriales se lanzaron a la caza y captura de licencias de títulos populares con las que satisfacer tanto a usuarios de videojuego como a lectores de cómic y, con un poco de suerte, convertir a los primeros en lo segundo.

Así, nombres como IDW (“Metal Gear Solid”, “Silent Hill”), Dinamite (“Brothers in Arms"), Udon Studios (“Street Fighter”, “Darkstalkers”), DC/Wildstorm (las citadas “Resident Evil” y “Gears of War”) e incluso Marvel (“Halo”) han apostado por adaptaciones de videojuegos, en muchos casos colocando en las mismas a autores de primera fila y tirón mediático como Ashley Wood, Walter Simonson, Peter David, Brian Bendis o Alex Maleev. Incluso se permiten excentricidades autorales como la “artística” adaptación de “Prince of Persia” de Fist Second Books o la colaboración de autores como Simon Bisley, Tsutomu Nihei y el mismísimo Moebius en un especial sobre “Halo”, mientras que en el manga la tendencia sigue con títulos como “Kingdom Hearts”, “hack” o “Legend of Zelda". El éxito económico (por lo visto “Gears of War" fue el cómic más vendido del mercado USA si se tienen en cuenta las ventas de fuera del mercado directo) y las cada vez más cuidadas condiciones de producción parecen advertir que este subgénero del cómic está aquí para quedarse.


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