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La Atalaya del Vigía Comic Digital
REVISTA ESPECIALIZADA EN CÓMIC
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La aldea global del cómic

Un artículo de Rodrigo Arizaga Iturralde - Introducido el 23/06/2010

Decía Marshall McLuhan que vivimos en una aldea global, donde gracias a los avances en comunicación enterarte de lo que ocurre al otro lado del océano puede llegar a ser más fácil que saber lo que pasa al otro lado de la calle. Buscando una correspondencia en relación al cómic, en cierta forma es lo que viene sucediendo desde hace más de una década en nuestro país, gracias especialmente al boom de internet a mitad de los 90.

La cultura del spoiler y la circulación de material escaneado vendrían a ser síntomas derivados de ese mayor apego a la actualidad del cómic en otras fronteras por parte de los aficionados. Aficionados que no sólo se sienten desplazados por tener que esperar una media de 10 meses entre la publicación original y su edición patria, sino que algunos incluso han dado el paso de abandonar la edición nacional para sumarse directamente a la adquisición de material en el extranjero, aunque a muchos la barrera del idioma aún se les resista.

Pero, ¿es dicha acción fruto sólo de la impaciencia del adicto a la viñeta, que busca cuanto antes su dosis? Lo cierto es que los principales acicates para dicha acción por parte del cliente suelen estar más relacionados con factores como el precio o la calidad de la edición. El cierre de Zinco a finales de los 90 y con él la interrupción de la publicación de DC en España provocó que muchos, descontentos con el material de la mexicana Vid y los precios de la edición de Norma, descubriesen las ventajas de algo llamado Previews, que pese a gastos de envío y la necesidad de un inglés fluido, ofrecía mucho más material con ediciones y precios más apetecibles y apenas un par de meses de demora. Asimismo, ofrecía la posibilidad de acceder a material inédito por estos lares evitando el mucho más restrictivo criterio de los editores españoles (algunos aún cruzamos los dedos para edición completa del Starman de James Robinson en castellano. ¡Eh! De ilusión también se vive).
Una práctica la descrita en el párrafo anterior que con el auge de las compras por internet (Amazón, Playlist) no ha ido sino a más. A diferencia de épocas pasadas, si el lector más o menos bregado en el mundillo no está contento con los criterios de la editorial patria puede hacer algo más que vociferar y aguantarse. Así pasa con la publicación de material DC por parte de Planeta. Una edición llena de grandes aciertos (la edición Universo DC de material como Hitman o el Flash de Mark Waid, con una relación cantidad-calidad-precio digna de elogio) y de grandes fracasos (como la infame edición absolute de las historias de Superman de Alan Moore, pobre y llena de errores y/o omisiones, o el ilegible –por voluminoso- tomo de Watchmen). Eso por no mencionar el discutible trabajo de unos traductores y desplantes como el del segundo semestre de 2008, en el que la publicación fue prácticamente interrumpida en su totalidad por razones nunca reveladas. Son detalles que el lector español con cierto conocimiento del medio y de las nuevas tecnologías no mira con buenos ojos y que en un negocio como el presente -más en tiempos de crisis- deberían procurar cuidarse más.

No es de extrañar entonces que casos como la edición española de Una Vida Errante (dos tomos a 24 euros c/u) sean vistos por algunos como una tomadura de pelo en cuanto se tiene noticia de las ediciones extranjeras (un único tomo con todo el material por la mitad de precio). ¿La culpa? La tendrá el público, que resultará que no lee por mucho que se publique.

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