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La Atalaya del Vigía Comic Digital
REVISTA ESPECIALIZADA EN CÓMIC
"Dicen que la fama es la nueva moneda de curso legal en todo el mundo. " Bruce Wayne / Batman #663
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Vinieron de la pequeña pantalla

Un artículo de Rodrigo Arizaga Iturralde - Introducido el 06/10/2010
La Atalaya del Vigía

Entre las próximas novedades de DC hay planes para añadir un nuevo personaje al reparto de Superman. ¿Hemos dicho nuevo? Lo cierto es que ese personaje ya lleva rondando varios años en torno al hombre de acero aunque en ningún comic hasta la fecha aparezca su nombre. Tal es el caso de Chloe Sullivan, personaje interpretado por la actriz Allison Mack en Smallville (2001-2010) y principal aportación de dicha teleserie a la mitología del personaje. Un personaje que Kurt Busiek ya intentó encajar sin éxito en los cómics hace un par de años y que finalmente hará su entrada en las viñetas como la ex-mujer de Jimmy Olsen.

Esta aportación de la pequeña pantalla a la fuente original de inspiración es solo una más de los añadidos proporcionados al cómic por otros medios. Sin salirnos de Superman, cabe recordar como en Superman: Legado -enésima revisión de los orígenes del personaje- Mark Waid y Leinil Yu nos mostraban la amistad adolescente de Clark Kent y Lex Luthor tal y como se veía en la serie protagonizada por Tom Welling. Remontándonos a los años 90 encontramos que la famosa boda de Superman vino inspirada porque los encargados de otra serie televisiva –Lois & Clark (1993-97)- decidieron casar a los protagonistas. De hecho, Superman no podía volar hasta que Max Fleischer realizó su pionera serie de animación y la kryptonita, elemento ineludible de la idiosincrasia de personaje, no tuvo su origen en el cómic, sino en un serial radiofónico.
Batman también cuenta con destacadas aportaciones foráneas como los personajes de Barbara Gordon/Batgirl (creada para la serie de televisión con Adam West) o Harley Quinn (obra de Paul Dini y Bruce Timm para esa obra maestra de la animación llamada Batman: The Animated Series (1992-1995). En Marvel, personajes como Estrella de Fuego –concebida para la serie Spiderman and his Amazing Friends (1981-83)-, Morfo –de X-Men Adventures (1992-97)-, X-23 –proveniente de X-Men: Evolution (2000-03)- y Reptil –añadido en The Super Hero Squad Show (2009)- han acabado integrados dentro de las viñetas como uno más. Esta influencia también es patente en la reciente evolución argumental y estética de personajes como Blade –cuyas habilidades fueron rediseñadas para adecuarse a la interpretación de Wesley Snipes- o los X-Men –los uniformes de cuero negro de la etapa Morrison-. Mención aparte merecen los primeros títulos de la línea Ultimate, claramente modelados por las versiones cinematográficas de principios de década.

En el fan de toda la vida esta situación provoca sentimientos encontrados. Por un lado esa sinergia creativa puede aportar hallazgos notables y/o de inesperado desarrollo –la desastrosa adaptación de la Cosa del Pantano (1982) de Wes Craven dio pie en los cómics a la etapa de Alan Moore- pero también puede condicionar negativamente el material original para adecuarlo a los gustos de una audiencia foránea, traicionando así las virtudes del original –si la inminente teleserie sobre Los Muertos Vivientes triunfa, ¿acabará por dictar las historias de Robert Kirkman en papel?-. La mayoría de las veces este problema es cuestión de enfoque. De enfoque y de hacer las cosas bien. En caso contrario el tiempo –y el gusto de los lectores- se encargará de devolver las aguas a su anterior cauce.


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