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La Atalaya del Vigía Comic Digital
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Las muchas vidas editoriales de Watchmen

Un artículo de Rodrigo Arizaga Iturralde - Introducido el 05/06/2013

Era cuestión de tiempo que ECC acabase por poner en el mercado español una nueva edición de Watchmen. Un movimiento lógico debido a la publicación de la línea de precuelas Before Watchmen, pero también a la repercusión crítica y la condición de best-seller de la obra de Alan Moore y Dave Gibbons. Y es que Watchmen es garantía de un artículo con una demanda continuada, tanto entre los lectores habituales de comics como entre los que no. Un negocio al que pocos editores renunciarían, como demuestra las múltiples ediciones que se han ido sucediendo en España a manos de distintas editoriales. Ediciones dotadas todas ellas de características muy distintas.

La primera edición de la serie en nuestro país fue obra de Ediciones Zinco hacia 1987. Esa edición seguía la original estadounidense, en forma de miniserie de doce números en grapa y siendo una de las primeras cabeceras elegidas por Zinco para su edición de material de DC comics. Dicha edición partía con la desventaja de que en aquel momento pocos sabían qué era Watchmen o lo que suponía para el medio al contar con personajes de nuevo cuño y un guionista cuya obra era prácticamente desconocida en España en aquel momento. En una época donde no existía internet, las adaptaciones a otros medios eran una rareza y los anuncios en la contraportada eran la única forma de estar al día, Watchmen paso inadvertida para muchos en un primer momento, trastocando para siempre la percepción de los superhéroes de aquellos que sí se arriesgaron a dejarse su dinero.



El Watchmen de Zinco tuvo incluso una segunda vida editorial mediante la edición en retapados realizada para dar salida al stock de la editorial. Para entonces, y gracias al boca a boca entre lectores, sus ejemplares comenzaron a ser buscados por todo el mundo, convirtiéndose algunos en artículos estrella en el mercado de segunda mano. Servidor recuerda como en sus primeros vagabundeos por El Rastro de Madrid era habitual encontrarte con un (caro) pack con los once primeros números acompañados por una versión fotocopiada del rarísimo y codiciadísimo número doce.



Hacia 1993 Glenat publico una nueva edición. La editorial liderada por Joan Navarro tomó como modelo la edición francesa de la serie, publicándola en forma de seis tomos -con dos episodios cada uno- en formato de álbum europeo y cartoné. Esta edición tuvo dos importantes fallos: además de una traducción discutible quedó incompleta por razones no aclaradas -¿Problemas de derechos quizás?-, publicándose solo las tres primeras entregas.



Hubo que esperar al año 2000 para que Norma publicase por primera vez Watchmen en un único volumen, a imagen y semejanza del mercado anglosajón. Papel satinado, cartoné y una intrigante portada con un símbolo de Rorschach era las credenciales de una edición que, pese a un precio algo elevado, estaba por primera vez a la altura del material. A modo particular diré que es la que aún conservo en mi estantería. En 2007, con la adaptación cinematográfica asomándose en el horizonte, Planeta elaboró una nueva edición de discutible resultado: tomando como base el formato Absolute, el Watchmen de Planeta incluía numerosos extras (bocetos, muestras de guión, la propuestas inicial del proyecto, etc) pero sus grandes dimensiones de peso y tamaño entorpecían enormemente su lectura, además de incluir un papel de calidad inferior al de Norma.



La nueva impresión de ECC regresa a las dimensiones y el tipo de papel empleado por Norma, pero apuesta por una edición en rústica. Algo que ya le ha costado más de una crítica por parte de los lectores antes incluso de su salida a la calle –como ya sucedió con las reediciones de V de Vendetta o Y, el último hombre-. Una edición que no será la última que veremos. No porque la gente de ECC lo haga mal, sino porque una obra como Watchmen siempre encontrará gente deseosa de leerla. Y de volver a publicarla.


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