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La Atalaya del Vigía Comic Digital
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"Hay una pregunta que quizás puedas responderme. Algo que llevo años preguntándome. ¿Porqué coño les gusta Benny Hill a los americanos?" Yorkie Mitchell / Punisher Max #37
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Numeraciones fuera de lugar

Un artículo de Rodrigo Arizaga Iturralde - Introducido el 06/07/2011
La Atalaya del Vigía

Hace poco hablamos de las peculiaridades editoriales que suponía la cada vez más frecuente renumeración de series en curso. Pero hay otra tendencia relativamente reciente como es la de sacar números que rompen del orden o la trama de las series. Mediante sus números punto 1 (#.1) de varias de sus series, Marvel ha colocado el último eslabón en una cadena sólo apta para los fans más completistas.

Echando la mirada atrás podría decirse que DC inició esta tendencia con los números 0. A raíz del crossover Hora Zero la editorial lanzó los números 0 de varias de sus colecciones en los que se ahondaba el pasado de varios personajes y se introducían ciertos cambios en la continuidad propiciados por el crossover. Animados por el éxito poco tiempo después se lanzaba una apuesta aún más ambiciosa. Bajo la supervisión de Grant Morrison todas las series del Universo DC fueron interrumpidas durante un mes para dar paso al nº 1.000.000, ambientados en el lejano futuro y que mostraban cómo serian dichas series de publicarse hasta alcanzar una longevidad tan extrema. Mucho más arriesgado fue el experimento de la línea Tangent, que durante una entrega publicó varias de sus colecciones (Flash, Green Lantern, Doom Patrol) sustituyendo a sus protagonistas por personajes completamente nuevos y presentando un universo de ficción distinto, en una suerte de Otros Mundos. Más recientemente, con motivo de La Noche más Oscura se tuvo la feliz idea de que algunas series ya canceladas (Starman, Doom Patrol, Question) publicasen un número posterior a aquel que supuso su cierre. Más allá de lo crematístico, esos números “no-muertos” permitieron a autores como James Robinson, John Ostrander o Denys Cowan retomar los personajes que les dieron fama para regocijo del lector veterano.
Previamente al experimento Tangent Marvel había ensayado una maniobra parecida circunscribiéndola a las cabeceras mutantes mediante el crossover “La Era de Apocalipsis”. Durante cuatro meses las series X (Generación-X, X-Force, Lobezno) fueron interrumpidas y sustituidas por nuevas cabeceras (La Próxima Generación, Gambito y los X-Ternos, Arma-X) donde los personajes vivían una realidad diferente).
Algo similar –pero muchísimo menos interesante- sucedió durante dos meses con las cuatro series que Spiderman publicaba durante la Saga del Clon y en las que el personaje fue sustituido por el de la Araña Escarlata con el consiguiente cambio de nombre. Otras iniciativas de Marvel que escapaban al rigor de la numeración fueron los números -1 (donde el equipo habitual de las series narraba una historia inédita sobre los inicios de sus respectivos personajes) o el mes nuff Said!, que implicaba la realización de una historia muda en todas las series.

Incluso Image, siempre a la sombra de las dos grandes en sus inicios, tuvo su propio caso de números especiales (el Mes X) durante el que las grandes estrellas de la casa (Lee, Liefeld, McFarlane, Silvestri, etc) se intercambiaron sus respectivas series durante una entrega. Al igual que sucedía con los cambios de numeración, estos números extraños responden a una estrategia comercial con vistas a atraer la atención (y el dinero) del lector. Pero en esta ocasión los resultados creativos son por suerte bastante más interesantes.


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