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Crossed #1 Garth Ennis se nos pone (aún más) malrollero…
Crossed #1 USA - 2017 Guionista:Garth Ennis Dibujante:Jacen Burrows
Editorial:Panini Cómics -
240 páginas - color
Precio:19,95€
A pesar de que se trata de uno de nuestros guionistas favoritos, alguien debería aconsejar a Garth Ennis que se pase por la consulta de un buen psicólogo y que saque a la luz todo aquello que lleva dentro, no vaya a ser que termine por hacerle daño. Y es que, si analizamos su obra más conocida, la siempre recomendable Predicador, nos encontramos sin esforzarnos demasiado con personajes llamémosles “peculiares”, capaces de practicar sexo con un armadillo, aparcar bicicletas entre las nalgas de sus semejantes o someter a las más inimaginables depravaciones a salchichas y demás productos cárnicos. Si llegamos a su alabada estancia en El Castigador, las dosis de violencia y mala leche que destila cada una de sus páginas son dignas de estudio, sobre todo porque suponen una ruptura con lo que hasta la fecha Marvel le permitía contar, y quizás por eso, terminase recabando en editoriales más pequeñas y de carácter más independiente, donde podía hacer a su antojo.
Así llegarían The Boys, toda una vuelta de tuerca al género superheróico donde mallas y capas se daban la mano con drogas y perversiones, y la que ahora nos ocupa, Crossed. Por eso, cuando arranco esta reseña diciendo que el tomo que acabo de terminar es la obra más salvaje y burra creada por Ennis, tengan por favor en cuenta que no se trata de un adjetivo más y que lo que ahora nos llega en su esperada edición en tapa dura es un cómic no apto para todos los estómagos.
El punto de partida de Crossed es sencillo, aunque como han demostrado las sucesivas miniseries y especiales que seguirían a esta primera entrega, la idea puede dar mucho juego si se sabe cambiar las reglas de vez en cuando y resetear la historia cuando es necesario. Sin motivo aparente, y sin que esperemos que nos den una explicación satisfactoria, un peligroso virus ha hecho acto de presencia en nuestra sociedad y todos aquellos que lo contraen parecen quedar sin defensas psicológicas que les impidan cometer todas aquellas salvajadas que se les pasen por la cabeza, lo que incluye actos de violencia, sexo y depravación que jamás imaginarías. La única forma de distinguirlos es mediante una gran marca en forma de cruz que les cubre la cara y que da nombre a la serie. A partir de ahí, y como sucede en otras series de temática zombie, nos encontramos ante el típico grupo de supervivientes que hace lo posible para escapar de los cruzados.
La diferencia pues, de esta serie frente a otras, está en las ideas que pasan por la mente de los sanguinarios cruzados y es que Ennis ha decidido no poner ningún tipo de límite a lo que nos cuenta, entregando "memorables" escenas como aquella en la que un personaje mata a otro a golpes utilizando el enorme aparato reproductor de un caballo. Al dibujo tenemos a Jacen Burrows, que con un estilo muy similar (salvando mucha distancia) al del malogrado Steve Dillon por la simpleza de sus dibujos, consigue ponernos igualmente los pelos de punta con cada nueva salvajada de Ennis que plasma en dibujos. Una arriesgada apuesta que gustará a aquellos que quieran emociones fuertes y prefieran la acción desatada a los interminables diálogos de Robert Kirkman y sus muertos vivientes.
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