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Marvel Saga #80 - Daredevil #22: La Mano del Diablo Comic Digital
REVISTA ESPECIALIZADA EN CÓMIC
"Entender siempre es peor. No entender significa nunca llevar la carga de la responsabilidad. Entender es sufrir." Thor vol. 4 #7
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Marvel Saga #80 - Daredevil #22: La Mano del Diablo

Obedecerás a Matt Murdock sobre todas las cosas

Un artículo de Mario de Olivera - Introducido el 02/07/2019
Marvel Saga #80 - Daredevil #22: La Mano del Diablo
Marvel Saga #80 - Daredevil #22: La Mano del Diablo USA - 2019
Guionista:Andy Diggle
Dibujante:Billy Tan, Roberto de la Torre
Editorial:Panini Comics - 216 páginas - color Precio:20,00€
PUNTUACION
3,5/5

Ya os advertimos, cuando comenzaba la etapa de Ed Brubaker al frente de las aventuras del vengador ciego, que hay veces en los que la llegada de nuevos equipos creativos a una serie con más bagaje del habitual, puede convertirse en una auténtica pesadilla. Si el propio Brubaker tuvo que salir airoso del enorme cliffhanger orquestado por Brian Michael Bendis, que le dejaba encerrado en prisión y declarado culpable de asesinato, la marcha de Brubaker también dejó a su reemplazo con una papeleta difícil de resolver. En este caso, y para impedir que terminase siendo dirigida por Kingpin, Matt Murdock se ofrecía a dirigir La Mano, la organización criminal vinculada al Hombre Sin Miedo desde los tiempos de Frank Miller. En este caso, fue Andy Diggle el encargado de continuar con la serie y, de paso, hacer frente al nuevo staus quo del personaje que cambiaba de forma radical las reglas del juego.


Y si Diggle no tenía bastante con lidiar con la nueva situación del personaje, a esto hay que añadir que el Universo Marvel estaba inmerso en la oscuridad con la llegada del Reinado Oscuro, un desatado Norman Osborn, y hasta su némesis eterna, Bullseye, haciendo las veces de un Ojo de Halcón retorcido. Esto viene a cuento porque para hacer frente a sus nuevas tareas de jefe de La Mano, Matt tendrá muy pocos sitios a los que acudir, habiendo sido reemplazados Los Vengadores que conocíamos por los Vengadores Oscuros, una versión negativa de nuestros héroes, con la que Murdock no puede contar, lo que nos traerá de vuelta a los típicos secundarios del personaje y, sobre todo, a las verdaderas conspiraciones que llegarán a continuación, que prometen más de una sorpresa a los lectores y algún inesperado regreso procedente de etapas anteriores del personaje.

El tomo se abre con el especial de Reinado Oscuro: La Lista, en el que Diggle, acompañado por Billy Tan, aprovechaba para recapitular lo acontecido tanto en la serie del cuernecitos como en el resto del Universo Marvel, ya que como digo, la llegada de Osborn va a resultar trascendental en el devenir de Daredevil durante los próximos meses y, sobre todo, con la llegada de Tierra de Sombras a partir de la próxima entrega. En mi opinión, Diggle se toma su tiempo en dar a Murdock la posición que ahora ostenta, algo lógico, ya que durante el final de la etapa anterior quedaba bastante claro que se ve prácticamente obligado a aceptar el “cargo”, a fin de evitar males mayores.


En el apartado gráfico, Billy Tan cede el testigo a Roberto de la Torre, que actuará como dibujante regular de la serie, alternando su arte con el de Marco Checchetto, y consiguiendo que sea lo más destacado de esta etapa que ahora arranca, casi por encima del guión de Diggle, ya que el español consigue que a ratos su arte nos recuerde a Bill Sienckiewicz, y quien haya disfrutado de cualquiera de los proyectos que han unido al artista con Daredevil, saben que hablamos de palabras mayores. Sus tonos oscuros, sus lápices desdibujados, unido a los parajes por los que acompañaremos al abogado ciego al intentar poner orden en unos caóticos bajos fondos de la ciudad, le sientan fantásticamente a la serie. Ahora sólo nos queda esperar a próximo tomo de Marvel Saga para comenzar a disfrutar de Tierra de Sombras, una de esas sagas que, aunque inicialmente ideada para Daredevil, se amplió al resto de héroes urbanos de la casa para dejar claro que era el destino del alma de la Gran Manzana lo que estaba en juego.

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