Batman #3: Yo soy suicida El escuadrón suicida de Bruce Wayne
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El primer arco argumental con el que Tom King se presentaba como nuevo guionista de la serie dejó a los lectores con la boca abierta y con ganas de saber por donde continuarían las tramas abiertas por el controvertido guionista. Después de presentarnos a nuevos personajes y, casi sobre la marcha, arrebatárnoslos, el final del primer tomo, ya recuperado por ECC en esta nueva y recomendable edición en tapa dura con la que está recogiendo la etapa de Renacimiento, nos dejaba a Gotham Girl en estado catatónico. A pesar de este brillante cliffhanger, King quiso hacer sufrir un poco más a sus lectores e intercalar la saga La Noche de los Hombres Monstruo, ya publicada también por ECC, que incluía cruce con otras cabeceras del personaje, antes de retomar sus tramas abiertas en este tercer tomo, en el que ya es imposible no caer rendido ante el señor King y confirmar que es uno de los mejores autores que haya trabajado con el Hombre Murciélago de toda su historia.
Polémicas aparte, lo cierto es que la situación antes aludida de Gotham Girl va a llevar a Batman a buscar al Psicopirata por toda la ciudad, y pronto descubrirá que es el mismísimo Bane quien le tiene preso, para lo que tendrá que poner en marcha un complicado plan de rescate en la isla de Santa Prisca. Siguiendo los pasos de Amanda Waller, Batman reclutará a su propio Escuadrón Suicida para llevar a cabo esta misión, y aunque aquí no desvelaremos la alineación de dicho equipo, puedo aseguraros que King se lo ha pasado bomba imaginando a esta nueva encarnación del escuadrón. Sí que debo hacer especial hincapié en la presencia de Catwoman, algo que no sorprenderá a aquellos que hayan visto en los periódicos o televisión cualquier noticia relacionada con la actualidad de Batman en Estados Unidos. Desde su llegada, King juega muy bien con la dualidad entre ambos personajes, la ladrona y el justiciero, ambos con las mismas intenciones pero que llevan a cabo de maneras diametralmente opuestas.
A menudo utiliza el recurso de presentar los pensamientos de ambos de forma paralela, de manera que vemos que no son tan distintos como creíamos. Además, King nos está introduciendo en estos números un Batman más frágil interiormente de lo que estamos acostumbrados, que necesita de forma desesperada cierta estabilidad sentimental que quizás Catwoman pueda proporcionarle. Una interesante vuelta de tuerca para un personaje del que creíamos saberlo todo. Aunque en el primer arco, David Finch hizo un magnifico trabajo, comprobamos que Mikel Janin es la elección perfecta para esta nueva etapa del personaje, con splash pages dobles sencillamente apabullantes por su aparente simplicidad y elegancia, y un diseño de página tan cuidado como efectivo, como muestran algunas de las imágenes con las que acompañamos esta reseña.
Por si fueran pocas las razones para hacerse con este tomo, además de la saga principal se incluye la historia en dos entregas Azoteas, que profundiza y mucho en la relación entre Bruce y Selina, dejando claro que son algo más que Batman y Catwoman, y que se encarga de ilustrar Mitch Gerards, compañero de King en proyectos como El Sheriff de Babilonia o la más reciente Mister Milagro, y que es una auténtica maravilla. Mientras el plan maestro de Tom King en la serie comienza poco a poco a desvelarse, es el momento perfecto para engancharse a esta serie, para mi gusto la mejor aportación de la etapa Renacimiento, que tomo tras tomo, deja claro que aún quedaban muchas buenas historias de Batman por contar.
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