Marvel Saga #92 - Los 4 Fantásticos de Jonathan Hickman #2: Resuélvelo Todo

¿Es Reed Richards capaz de resolverlo todo?

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Aunque con muy buen criterio la colección de Marvel Saga dedicada a Los 4 Fantásticos de Jonathan Hickman comenzaba con el volumen anterior, lo cierto es que su llegada como guionista de la serie tuvo lugar en el número 570 de la edición americana, que es el primero que incluye el volumen que hoy analizamos. Sin embargo, en la miniserie que se centraba en los eventos de Reinado Oscuro se incluían conceptos básicos para comprender lo que ahora nos llega, como el Puente, que es la forma que Reed Richards tiene para conectar con sus contrapartidas en otras realidades. Estos encuentros han dado lugar en lo que se conoce como El Consejo de Reeds, una especie de think tank ideado por las mentes más poderosas de todo el multiverso para hacer frente a problemas comunes de las distintas Tierras.


Y es que después de encerrarse por enésima vez a tratar de solucionar las crisis actuales a las que se enfrenta, Reed ha dado con la idea 101: Resolverlo todo. Esta sencilla y al mismo tiempo complicada idea es la que encenderá el motor para toda la etapa de Hickman, y además de dar nombre a este segundo tomo, es suficiente para que el guionista despliegue todo su potencial, dejándonos una de las mejores etapas de las aventuras del cuarteto, lo que, teniendo en cuenta que Stan Lee, John Byrne o Matt Fraction se han hecho cargo del título con el paso de los años, es decir bastante. Hickman presenta grandes ideas ya en las primeras entregas, abriendo puertas que podrían llenar sus propias cabeceras y, al mismo tiempo, es capaz de mantener el concepto de aventuras con carácter familiar que es la esencia de la serie, con unos Franklin y Valeria que piden a gritos su propio espacio, aunque es mejor no adelantar acontecimientos y continuar disfrutando del viaje.


Da lo mismo las veces que hayamos leído como Reed se enfrentaba a Galactus, verlo junto a varias versiones de sí mismo hacer frente al Galactus de la Tierra 2012, en una fantástica splash page doble es sencillamente alucinante. Y lo mismo podemos decir de la simple idea de que varios de los Reeds hayan conseguido el poder del Guantelete del Infinito y sus gemas, y las puertas que esta aparentemente sencilla idea nos abren. Con respecto al dibujo, los primeros números son obra de Dale Eaglesham. Aunque reconozco que no era seguidor del artista, han bastado unas pocas páginas para conquistarme con su arte, realista y espectacular a partes iguales, y aunque a primeras pueda parecer un tanto feista, comprobar cómo sigue al pie de la letra las locas propuestas de Hickman, son suficientes para conquistar al lector más exigente.


Del resto de entregas se encarga Neil Edwards, menos espectacular que Eaglesham, con un estilo cercano al de Bryan Hitch pero algo más descafeinado, que sin embargo cumple bastante bien con el encargo y, sobre todo, evita un innecesario baile de dibujantes que habría dañado el resultado final de la etapa. Mientras Hickman va construyendo su etapa idea sobre idea, dejando al lector aturdido ante tal cantidad de conceptos y nuevos enfoques, llegamos al final del tomo y nos quedamos esperando la tercera entrega de esta nueva y absorbente etapa.