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Reinado de X #10 Cerrando tramas mutantes
Reinado de X #10 - 0 Guionista: Dibujante:
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AVISO: Éste artículo contiene posibles spoilers. En él se revelan aspectos argumentales que el lector podría preferir descubir por sí mismo.
Ha llegado la hora de centrarnos en la nueva entrega de esta recomendable recopilación mutante que, en esta ocasión, comienza de forma contundente con una intrigante historia de Factor-X, donde Leah Williams decide sumergirnos en el drama personal de Theresa Cassidy, que se encuentra bajo el oscuro influjo de la diosa celta Morrigan. La guionista logra que personajes secundarios, habitualmente relegados al segundo o tercer plano, brillen con matices psicológicos inesperados, particularmente el inesperadamente fascinante Chico Ojo. Complementando el trabajo narrativo, el arte dinámico y expresivo de David Baldeón, enriquecido por los vibrantes colores de Israel Silva, dan a la propuesta un aspecto visualmente poderoso y armónicamente integrado.
Por contraste, la siguiente propuesta, Corporación-X de los habitualmente interesantes Tini Howard y Alberto Foche, no consigue mantener el interés inicial. Aunque aborda la expansión económica del imperio krakoano mediante Ángel, Monet y Jamie Madrox, la saga carece de impulso dramático y sustancia argumental. Los personajes aparecen notablemente desdibujados, alejados del encanto y profundidad que los distinguía anteriormente, particularmente bajo la pluma de Peter David.
Sin embargo, Merodeadores, con el persistente Gerry Duggan al frente, proporciona un episodio cálido y cargado de emoción, centrado en la despedida de Tormenta. A través de conversaciones íntimas y evocaciones nostálgicas, el guionista ofrece un retrato vívido y profundo de Ororo Munroe, destacando su complejidad emocional y liderazgo natural. El autor logra equilibrar hábilmente el drama personal con interacciones livianas y entretenidas, haciendo de este número una pieza clave en la evolución emocional de sus protagonistas.
Para cerrar este volumen, Senda de X se presenta como la propuesta más audaz del volumen. Si Spurrier y Bob Quinn sitúan a Rondador Nocturno en el centro de un profundo cuestionamiento existencial y moral, generado por la peculiar condición de inmortalidad imperante en Krakoa. Las interacciones filosóficas con personajes como Magneto y Doctor Némesis impulsan la narrativa hacia terrenos poco explorados en la franquicia, ofreciendo debates sobre identidad, ética y fe en un entorno mutante radicalmente transformado. Este enfoque intelectual y arriesgado marca claramente el valor diferencial del tomo, consolidándolo como un aporte significativo al nuevo canon mutante.
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