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Superman: El Mundo La gira mundial del Hombre de Acero
Hace algunos años llegaba a las librerías una curiosa iniciativa titulada Batman: el Mundo, una antología dedicada al Hombre Murciélago, que tenía la peculiaridad de que los equipos creativos de diferentes nacionalidades firmaban cada una de las historias cortas que componían el tomo. El éxito de la propuesta, similar a la de Batman: Blanco y Negro, la multipremiada antología, hizo que pronto llegase a las tiendas una especie de secuela, titulada Joker: El Mundo, que en este caso tenía como protagonista al Payaso del Crimen, pero que mantenía la esencia de la propuesta.
Ahora, coincidiendo con el estreno en salas de la última película protagonizada por el último hijo de krypton, nos llega Superman: el Mundo, una nueva antología firmada por grandes nombres, que adaptan a las diferentes nacionalidades la esencia del personaje y de su entorno, consiguiendo de nuevo una recomendable mezcla de estilos y formas de narración, que convierten el tomo en una compra más que recomendable. Para comenzar, Dan Jurgens y Lee Weeks, ambos veteranos narradores de las aventuras del personaje, representan a los Estados Unidos para traernos Dispara primero, piensa después, un relato en el que veremos como Clark se las arregla para salir de un vuelo comercial, resolver una crisis y regresar al mismo, manteniendo así su identidad secreta.
A continuación, le toca el turno a España, que ha decidido confiar en el ascendente artista Jorge Jiménez para que se encargue del guion y dibujo de Superman en Granada, algo nada raro, ya que el autor es granadino, y que Panini ha tenido el acierto de publicar de forma independiente en formato grapa, para que nadie deje pasar esta divertida historia sin preocuparse por el precio. Superman tiene un accidentado aterrizaje de emergencia en Sierra Nevada, para luego conocer la ciudad, tomarse una tapa o disfrutar del flamenco y de las maravillosas vistas de la ciudad. Una historia simpática y fresca, que demuestra que Jiménez sabe ser luminoso cuando la ocasión lo requiere, y adapta sin problemas sus habituales callejones sombríos de Gotham por las soleadas calles de su ciudad natal.
El resto del tomo nos ofrece versiones tan singulares como la de Italia, que manda a Superman al infierno, o al menos a una versión del inframundo; la India, que está ilustrada además en blanco y negro, junto con el azul del traje del héroe y otros detalles; o la de México, que hace uso de la rica mitología del país y sus deidades para traernos una de las más recomendables historias. Como sucedía, el tomo se cierra, o se abre, si se lee en sentido oriental, con unas páginas de Superman contra Meshi, en las que el Hombre de Acero se dará un baño de cultura nipona.
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