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Coleccionable New X-Men #2: Generación sin Gérmenes Comic Digital
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Coleccionable New X-Men #2: Generación sin Gérmenes

Continúa la inclasificable etapa de Grant Morrison al frente del primer grupo mutante

Un artículo de José María Pérez Cuajares - Introducido el 28/08/2014
Coleccionable New X-Men #2: Generación sin Gérmenes
Coleccionable New X-Men #2: Generación sin Gérmenes USA - 2014
Guionista:Grant Morrison
Dibujante:Frank Quitely, Ethan Van Sciver, Igor Kordey
Editorial:Panini Cómics - 144 páginas - color Precio:9,99€
PUNTUACION
4/5

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Tras un primer tomo en el que presentar a los protagonistas bajo un nuevo prisma, introducir a una interesante villana y terminar con el inesperado anuncio del Profesor Xavier, Grant Morrison volvía a demostrar que era capaz de reconvertir en superventas una serie que se conformaba con languidecer mes a mes y que le bastaban unas pocas entregas para poner en duda todo lo que creíamos saber sobre los personajes. Ahora, en este segundo tomo, es hora de dejar avanzar las tramas y de continuar una de las más interesantes etapas que jamás haya tenido la franquicia mutante.

Charles Xavier es un mutante, y su escuela para jóvenes talentos es en realidad un centro para entrenar y potenciar las habilidades de aquellos jóvenes que cuentan con el gen mutante. Tras este impactante anuncio, es hora de que en el centro se prepare para recibir una nueva oleada de estudiantes y, sobre todo, de intentar hacer frente al creciente odio que se agolpa tras las puertas de la escuela, que amenaza con ponerle fin de forma inminente. Mientras Emma Frost y Cíclope se encargan de lidiar con una enfurecida multitud, la Bestia tendrá que vérselas con el regreso de la temida Cassandra Nova, que le pondrá a las puertas de la muerte de la forma más cruel imaginada.

Los mutantes deberán enfrentarse a las repercusiones del anterior volumen


Por su parte, Lobezno viajará guiado mentalmente por Jean Grey para rescatar a Ángel, una nueva estudiante que está a punto de ser cazada por la tercera especie, un peligroso grupo especializado en diseccionar a los mutantes que captura, para luego ofrecer sus órganos como mejora física de aquellos que no han tenido la suerte de nacer con el gen mutante.

Emma tendrá un encontronazo con el líder del grupo qua ya conoció durante su viaje a Japón, publicado en el primer volumen, y descubrirá junto a Cíclope que se trata de un enemigo más poderoso de lo que pensaron en un principio.

Frank Quitely sigue demostrando que es el dibujante perfecto para los innovadores y rompedores conceptos mutantes de Morrison


Morrison sigue llenando sus páginas de interesantes premisas y afilados diálogos, como la parte en que una indefensa Jean debe hacer frente al asedio de la escuela ayudada solo por sus inexpertos alumnos, o la relación de Lobezno y Ángel, que sabe establecer en un par de páginas.

En el apartado gráfico, Ethan Van Sciver e Igor Kordey sustituyen temporalmente a Frank Quitely y, aunque están muy lejos de la expresividad gráfica del último, cumplen sobradamente el encargo. Por suerte, Quitely vuelve a tiempo de hacerse cargo del último número del tomo, que no podemos imaginar en manos de otro dibujante.

Igor Kordey y Ethan Van Sciver se pasan por este volumen para dar un respiro al dibujante titular


La razón es que Silencio, Rescate Psíquico en Marcha es uno de esos cómics que aprovecha todos los recursos a su alcance para convertirse en un clásico instantáneo. Publicado durante el mes 'Nuff Said -durante el cual todos los cómics debían contar sus historias sólo mediante el dibujo sin la utilización de palabra alguna-, Morrison se sirve del innegable talento de Quitely como narrador para contar el viaje psíquico por el cerebro de Cassandra en busca de respuestas. El resultado final, tanto por la experiencia gráfica en sí como por el sorprendente final, que rompe el silencio autoimpuesto en un par de bocadillos que dejan al lector con la boca abierta, son una nueva prueba de la habilidad de Morrison como narrador. Muy acertadamente, el tomo se completa con el guión original de Morrison para este número mudo, que da buena cuenta de la hercúlea tarea a la que tuvo que enfrentarse el dibujante para plasmar en su justa medida la idea del guionista.


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