Marvel Gold – La Patrulla-X Original #3 Llega la imprescindible etapa de Roy Thomas y Neal Adams
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Lo creáis o no, hubo un tiempo en que los mutantes se encontraban en los últimos puestos de las listas de ventas comiqueras, llegando incluso a tener que enfrentarse a la amenaza más temible del mundo viñetil: la cancelación definitiva. A pesar de utilizar todos los trucos existentes en su amplio catálogo, Stan Lee parecía no lograr una conexión entre estos adolescentes con poderes extraordinarios enfrentados a un mundo que los odiaba y los lectores de la época. Los editores lo intentaron todo: matar y resucitar personajes importantes, cambios de atuendo y “modernización” de los mismos, estrategias publicitarias para venderlos como el futuro de la editorial e incluso, los consabidos crossovers con otras franquicias y personajes que sí contaban con el favor del público…
Aún así, nada funcionaba y la desaparición de estos mutantes parecía no tener vuelta atrás aunque, como ocurre en las mejores narraciones, un inesperado giro de guión iba a salvar la situación en el último momento. La llegada de Neal Adams cambió por completo el destino de esta colección y, gracias a su original y personal arte, consiguió que los lectores se fijaran finalmente en las aventuras de esta Patrulla-X. Las peripecias de Adams en su llegada a Marvel merecerían un artículo aparte, pero vamos a contentarnos con dejar claro que el dibujante buscaba la mayor libertad creativa posible y eso le llevó a escoger la colección con las peores ventas del momento, decisión que le aseguraba pocas intrusiones editoriales.
Aunque le sería ofrecida la posibilidad de ejercer de autor completo en las páginas mutantes, Adams optó por contar con la colaboración del genial Roy Thomas ya que el joven dibujante encontraba su forma de escribir Los Vengadores bastante interesante. De esta manera, nacería una importante unión que definió por completo la franquicia mutante y serviría de guía para el futuro de la Casa de las Ideas.
Pero, ¿qué tienen estos números para ser tan especiales? Por supuesto y como motor principal, el inigualable arte de Neal Adams. La espectacularidad de sus escenas de acción, la elegancia de sus composiciones y la realidad expresiva de sus personajes convierten el título en un deleite para todos los fans que se sumerjan en sus páginas. Además, al contar con Thomas como aliado en su afán de experimentar con las viñetas, el artista pudo crear páginas que vendrían a redefinir -con permiso del maestro Jim Steranko, gran inspiración del dibujante- la composición de página por completo.
Por si esta razón no fuera suficiente, Roy Thomas se deja inspirar por su nuevo colaborador y comienza a presentarnos situaciones y personajes que, a día de hoy, siguen teniendo un peso enorme en la franquicia mutante. De hecho, en sus primeros números el tándem creativo nos narraría la llegada de Kaos, el hermano de Scott Summers, en una saga que contaría con el Monolito Viviente, la aparición de Lorna Dale (Polaris) -por entonces pareja sentimental del Hombre de Hielo- o el retorno de los temibles Centinelas gracias a los pérfidos planes de Larry Trask.
El equipo continuaría su extraordinaria colaboración con entregas que presentarían a definitorios villanos como Saurón -que iba a ser vampiro antes de toparse con la temible censura y tener que renacer convertido en pterodáctilo devorador de energía vital-, héroes como Fuego Solar o Ka-Zar y remodeladas indumentarias para varios de los protagonistas principales. Afortunadamente, los lectores supieron apreciar el espectacular trabajo de la dupla creativa y dieron su apoyo a una etapa que, a día de hoy, sigue siendo de obligada lectura para todos los fans del universo Marvel y el noveno arte en general.
Así que sólo nos queda preguntaros algo… ¿A qué estáis esperando para conseguir este tomo y devorar cada una de sus viñetas?
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