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test Night Club #2 Comic Digital
REVISTA ESPECIALIZADA EN CÓMIC
"¡Mido dos metros y soy de color verde chillón! La gente me mirará me ponga lo que me ponga" Hulka (Sensational She-Hulk)
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Night Club #2

Sangre joven, ideas viejas

Un artículo de Redacción - Introducido el 14/11/2025
Night Club #2
Night Club #2 USA - 2025
Guionista:Mark Millar
Dibujante:Juanan Ramírez
Editorial:Panini Cómics - 160 páginas - color Precio:24,00€
PUNTUACION
2,5/5
Etiquetas: Night Club #2 / / / Acción / Fantasía / Suspense /

Mark Millar lleva años construyendo un imperio creativo donde cada idea parece diseñada para brillar con la intensidad de un tráiler cinematográfico. Night Club, su enésima incursión en el territorio del cómic juvenil y sobrenatural, no es una excepción. Sin embargo, su segunda entrega confirma lo que muchos intuíamos: bajo la superficie atractiva y el ritmo vertiginoso, hay una obra que no termina de encontrar su identidad. El guionista escocés juega sobre seguro, pero el resultado carece del pulso narrativo y del descaro que distinguieron sus mejores trabajos dentro del Millarverso.

La serie sigue a un grupo de adolescentes convertidos en vampiros que, lejos de optar por la oscuridad, deciden ejercer de héroes urbanos. Una idea con potencial -la mezcla entre el mito vampírico y el drama superheroico- que aquí se diluye en tramas sentimentales previsibles y un conflicto moral más enunciado que explorado. Millar intenta hablar sobre la corrupción del poder, la fragilidad de la amistad o el precio de las decisiones, pero sus personajes se mueven más por inercia que por emoción. Todo suena correcto, incluso eficaz, pero pocas veces auténtico.

Por suerte, el apartado visual eleva el conjunto. Juanan Ramírez demuestra un control impecable del espacio, del ritmo y de la composición. Su trazo combina la inmediatez del cómic estadounidense con la expresividad de la escuela europea, y logra que cada página respire energía. Las secuencias nocturnas, plagadas de neones, humo y tejados polvorientos, son puro dinamismo. Ramírez no se limita a ilustrar la historia: la transforma en una experiencia visual que casi compensa las carencias del guion. Su uso de la luz y el color, especialmente en las escenas más sangrientas, dota de verosimilitud a un mundo que, por momentos, parece perderla en el plano narrativo.


A nivel temático, este segundo volumen intenta dar un paso adelante al profundizar en los vínculos emocionales de los protagonistas, pero la ejecución es demasiado apresurada. Los conflictos amorosos y la venganza adolescente se suceden sin el peso trágico que merecerían, mientras el humor característico de Millar aparece en pequeñas dosis que alivian, pero no enriquecen. Lo que debería ser una reflexión sobre poder, deseo y redención acaba convertido en un episodio de transición, más preocupado por preparar el “continuará” que por dejar una huella real en el lector.

Esta secuela de Night Club es, en definitiva, un cómic de apariencia potente pero alma ligera. Millar entrega un producto correcto, entretenido en lo superficial y visualmente atractivo, pero lejos de la ambición y la chispa de otras obras de su universo. No hay aquí la audacia de Nemesis ni la ironía feroz de Kick-Ass; sólo un eco de lo que el autor ha hecho mejor en el pasado. Pese a ello, Ramírez emerge como la auténtica revelación del proyecto, confirmando que su talento está por encima del material que le ha tocado ilustrar. Si la noche no muerde con fuerza, al menos luce espléndida bajo su trazo.


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