Fatale #2: Los Trabajos del Diablo

Chandler y Lovecraft se van de copas con Brubaker y Phillips

Fatale #2: Los Trabajos del Diablo USA - 2014
Guionista:Ed Brubaker
Dibujante:Sean Phillips
Editorial:Panini Cómics - 136 páginas - color Precio:15,00€

PUNTUACION
4,5/5

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Lo diré al principio y al final de esta reseña, para que quede claro. Panini tiene que apresurarse en la publicación de este Fatale. La única razón es la calidad de la misma y lo larga que se hace la espera entre tomo y tomo, máxime cuando en Estado Unidos la serie ya ha finalizado y la pareja de autores ya se encuentra enfrascados en un nuevo proyecto para Image, The Fade Out.

La sociedad Brubaker/Phillips parece no tener fin y, desde hace ya un buen puñado de años, viene entregando historias sobresalientes a cada cual más interesante. Sleeper, Criminal, Incognito o Fatale siguen haciendo las delicias de los aficionados a la novela negra y al cómic fantástico, ya sea de súper héroes o de terror, consiguiendo engatusar a todo aquel que se acerque a algunos de sus tebeos.

Nick Lash seguirá buscando pistas acerca de la misterios y peligrosa Jo

Sabiendo que Fatale va a estar compuesto por arcos argumentales independientes, aunque con personajes recurrentes en las distintas líneas temporales, la diversión estás más que garantizada. En el presente Nick Lash sigue haciendo todo tipo de averiguaciones para intentar encontrar a la misteriosa Jo(sephine), la mujer fatal que parece haber vivido bastante más de lo que aparenta mientras, a modo de flashbacks y llevando el peso de la historia, iremos indagando en el pasado para esclarecer algunos episodios bastante oscuros y peligrosos.

Para este Fatale #2: Los Trabajos del Diablo, Brubaker vuelve a centrar la acción en el Hollywood de los años 70 y el pobre diablo que se cruza en el camino de Jo es Miles, un actor con poco futuro que rápidamente se verá envuelto en una trama de películas prohibidas, cultos satánicos y mujeres peligrosas. Para poner algo de picante a la historia, Hansel y sus fieles satánicos harán acto de presencia con el objetivo de dar caza a la buena de Jo.

El uso de los flashbacks de Brubaker nos planteará aún más misterios en este segundo tomo

El guionista sabe muy bien lo qué quiere contar y, sobre todo, cómo lo quiere contar, con un ritmo reposado, introduciendo poco a poco los elementos, añadiendo unas gotas de terror sobrenatural por aquí y una brizna de Historia Americana por allá. Brubaker no pierde el tiempo y va preparándose el camino para entregas futuras, dejándonos a los lectores con más preguntas que respuestas, aunque conociendo su buen hacer, todos estos enigmas serán resueltos más pronto que tarde.

Y a su lado, el incombustible Sean Phillips, uno de los dibujantes más en forma del panorama actual, uno de esos autores que ha hecho de todo, sin importarle si era comic de superhéroes, europeo o de terror. Su inconfundible estilo hace de esta serie una lectura mayúscula, interesante y absorbente, sobrevolando por todas sus páginas una atmosfera enfermiza y oscura que, en más de una ocasión, sobrecogerá al más pintado.

Y terminamos con la misma petición que hacíamos en el primer párrafo, Panini debería dar salida al material que falta y que está disponible desde hace algunos meses. Más que nada porque las uñas tienen un límite y mordisquear muñones está feo.