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Zero #1: Una Emergencia Comic Digital
REVISTA ESPECIALIZADA EN CÓMIC
"En los cómics, casi nada ocurre accidentalmente" Will Eisner
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Zero #1: Una Emergencia

Un thriller tan clásico como rompedor

Un artículo de Bruno Lorenzo - Introducido el 19/01/2015
Zero #1: Una Emergencia
Zero #1: Una Emergencia USA - 2014
Guionista:Ales Kot
Dibujante:Mateus Santolouco, Michael Walsh, Morgan Jeske, Tradd Moore, Will Tempest
Editorial:ECC Ediciones - 160 páginas - color Precio:14,95€
PUNTUACION
4,5/5

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"Una serie para cada persona". Así podríamos definir el estado general del cómic en estos momentos. La gran variedad de publicaciones que vemos en las estanterías de las tiendas es una demostración palpable de ello. Esa variedad ocasiona a veces problemas para cuadrar la lista de compras personal de cada lector, pero también es una bendición, pues permite disfrutar de todo y tener la sensación de que el caudal de imaginación es constante. De que hay espacio para todo: para las historias de siempre, para las que usan los elementos de siempre con nueva forma y para las vanguardias. Hace un tiempo que Image Comics, la editorial otrora abanderada del cómic más comercial se dio cuenta de ello, a raíz de dos series que se han convertido en auténticos fenómenos como han sido y son Invencible y Los Muertos Vivientes. Dos fenómenos que han abierto las puertas a series centradas en temáticas nuevas u olvidadas y, además, a que autores de un gran prestigio trabajen en la misma casa que promesas que brillan por méritos propios.

Un relato de espías que nos obligará a cuestionarnos todo lo que estamos viendo con nuestros propios ojos


Uno de los casos más representativos de la ola que ha generado Image es la obra que hoy comentamos, Zero. Escrita por Ales Kot, se trata en esencia de llevar lo que ha hecho grande en otros medios como el cine al género de espías y a los thrillers. Zero es una serie regular realizada por un autor muy representativo también de la situación que comentábamos en el párrafo anterior, ya que además de cosechar éxitos por cuenta propia es capaz de colaborar con Marvel y ofrecer un punto de vista diferente y divertido de series como Vengadores Secretos. Tiene mucho que ver con la serie de la Casa de las Ideas, al compartir género, pero tanto su ejecución como su forma son diferentes. Para empezar, por su premisa, con un protagonismo total para Edward Zero, el misterioso agente que cumple con maestría y hasta las últimas consecuencias con su deber. Es precisamente ahí donde está uno de los grandes puntos de interés de esta colección, al ser el propio Zero el que narra los acontecimiento y quién nos anuncia e insinúa ya desde el inicio que nos cuestionemos todo lo que vemos y sus propios actos.

Zero nos lleva a un viaje por un mundo muy parecido al nuestro, por un futuro cercano en el que la tecnología ha llegado a límites insospechados. En el que las diferencias entre ricos y pobres son aún mayores que en nuestro presente. La violencia y el amor forman parte de este mundo y de la vida del propio Zero. Es con esta diatriba que se establece donde quizás el lector menos acostumbrado a estas temáticas menos conecte con la historia. Incluso aunque la tensión y la conspiración, en distintos niveles, avance, Kot rompe el horizonte de expectativas del lector, quebrando de diferentes formas los arquetipos que esperaríamos de una serie así. El norteamericano construye un relato que se centra en cierta forma en la misma visión que series como Homeland, emitida por Showtime en Estados Unidos, tienen sobre las actitudes imperialistas y la ética militar. Incluso podría decirse que ha habido cierto intercambio de ideas, en el paralelismo que existe entre Zero y el agente Quinn de la serie de televisión. Igual que Quinn, Zero tiene una lucha en todos los frentes entre la violencia que le han enseñado a ejercer y los sentimientos humanos que de vez en cuando experimenta a lo largo de su vida.

Ales Kot maneja con maestría los clichés del género de espías y los subvierte para crear una obra de imposible encasillamiento


Un aspecto importante de esta colección es el arte que acompaña a cada número, realizado por un artista diferente en cada ocasión. Un hecho este que recuerda mucho a lo que sucede en otras series Image como la recomendable Prophet y que está, igual que en aquella, perfectamente justificado por las necesidades de cada capítulo. Destaca entre todos ellos Michael Walsh, el habitual compañero de Kot en la mencionada Vengadores Secretos, cuyo estilo sucio y sus dinámicas composiciones de página definen la visión del mundo en el que se mueve Zero. Tradd Moore, co-autor de El Extraño Talento de Luther Strode , es otro de los artistas que ponen su granito de arena, con un estilo muy parecido al de aquella pequeña joya del independiente americano, pero sin tanta hemoglobina y apoyándose más en los elementos humanos.

La elección de ofrecer el arte de cada capítulo a un dibujante diferente se convierte en una de las más inesperadas bazas del título


Así, el color resulta determinante para ofrecer cierta homogeneidad gráfica. No en vano es la gran Jordie Bellaire (Bella Muerte), ganadora del premio Eisner, la encargada de establecer una paleta de colores muy crepuscular, en la que el gris y el naranja juegan un papel fundamental para crear la atmósfera del cómic. Es con esos colores con los que se detallan los elementos más importantes y con los que se establece la narración y el tiempo. También el trabajo de Tom Muller es de alabar. El diseñador se encarga de las portadas y contraportadas de cada ejemplar, en un trabajo detallista, cargado de simbolismo y que llama la atención de cualquier comprador al ver la cubierta en la tienda especializada. Algo que quizás en el tomo de ECC Ediciones y en su homólogo norteamericano no se aprecia, pero que sin duda alguna aporta.

Con todo esto, Zero guarda aún para el lector una gran sorpresa en sus últimas páginas, una sorpresa que se intuye a lo largo del resto del volumen , pero que abre aún más el abanico de posibilidades de esta serie y le concede un nuevo sentido. Un nuevo sentido que no desvelaremos aquí, pero que desde luego puede hacer que lectores que normalmente no se acerquen a este tipo de lecturas de acción y espías puedan sentirse atraídos por esta interesante mezcla de géneros que quiza, inmerecidamente, ha pasado desapercibida entre los aficionados españoles.


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