Marvel Deluxe - Guardianes De La Galaxia De Al Ewing #2: Somos Superhéroes Concluye esta recomendable etapa del grupo marveliano más cósmico
Un artículo de
Redacción
-
Introducido
el 12/10/2025

Marvel Deluxe - Guardianes De La Galaxia De Al Ewing #2: Somos Superhéroes USA - 2025 Guionista:Al Ewing Dibujante:Marcio Takara, Juan Frigeri, Juann Cabal
Editorial:Panini Cómics -
304 páginas - color
Precio:36,00€
Hay cómics que se empeñan en recordarnos que las etiquetas son más elásticas de lo que creemos. Esta propuesta de Al Ewing es, sin duda alguna, una de ellas. El guionista mezcla aquí la solemnidad de llas sagas cósmicas con la intensidad melodramática de una soap opera, consiguiendo que lo íntimo y lo cósmico convivan con naturalidad. Nada nuevo en teoría -basta pensar en Saga o en el propio legado de Star Wars-, pero aquí esa combinación se convierte en el verdadero motor narrativo.
El tomo arranca con tres números dibujados por Marcio Takara, donde se alternan sesiones de introspección casi terapéutica con un thriller político e incluso un whodunnit comprimido en pocas páginas. Después reaparece Juann Cabal, encargado de retomar la trama de los dioses y el destino de Star-Lord con un trazo limpio y composiciones perfectas para las gigantescas tramas urdidas por el escritor. Finalmente, la segunda mitad corre a cargo de Juan Frigeri, que aporta un aire de reinicio blando: un espectáculo de villanos clásicos reimaginados y coreografías de acción que buscan la grandeza del blockbuster. Tres dibujantes, tres tonos distintos, pero un mismo propulsor.
Ewing aprovecha la naturaleza viajera de la serie para integrar a los Guardianes en los grandes eventos de la época —Imperio, Rey de Negro, incluso la Gala Fuego Infernal—. Lejos de ser lastres narrativos, estos cruces se convierten en combustible, porque el guionista sabe usarlos como escenarios que enriquecen los dilemas personales de sus protagonistas. Al final, tanto da que el villano sea un dios cósmico, un viejo conocido de la villanía marvelita o un señor oscuro con un planeta por cabeza: lo que importa es cómo esos desafíos rebotan en la vida emocional de Rocket, Gamora, Peter y compañía.
La etapa de Ewing con los Guardianes se cerró en apenas dieciocho números, sin sucesor inmediato hasta casi dos años después. Puede que el motivo no fuera un problema de calidad -la crítica y el público fueron bastante generosos-, sino más bien la costumbre de Marvel de mover fichas según dictan las películas. Sea como sea, este segundo tomo deja la sensación de una obra juguetona, ambiciosa y muy consciente de que los Guardianes siempre fueron tanto epopeya espacial como culebrón con traje de astronauta. Y sí, aquí ese cóctel se disfruta como pocas veces.
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