Grandes Autores de Batman - Steve Niles y Kelley Jones: Gotham después de Medianoche Sinfonía nocturna
Grandes Autores de Batman - Steve Niles y Kelley Jones: Gotham después de Medianoche USA - 2018 Guionista:Steve Niles Dibujante:Kelly Jones
Editorial:ECC Ediciones -
296 páginas - color
Precio:29,50€
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Sobre el papel parecía el plan perfecto. Por un lado teníamos a Batman, personaje dotado de un halo oscuro y siniestro afín al horror. Por otro estaba Steve Niles, guionista con una trayectoria ampliamente probada en el género terrorífico y listo para explotar el potencial escalofriante tanto del héroe como de su retorcida galería de villanos, más próximos en su mayoría al espectáculo freak que al típico antagonista con superpoderes. Y para rematarlo encontrábamos ilustrando a Kelley Jones, dibujante de estética inquietante y sombría afín a las historias de corte sobrenatural y con una amplia experiencia previa asimismo como ilustrador del Hombre Murciélago.
Pues bien: lejos de explotar el potencial terrorífico de semejante mezcla Gotham después de Medianoche se limita a ofrecer una aventura estándar del Hombre Murciélago. Competente pero que recuerda continuamente a otras anteriores y mejores y que arrastra la molesta sensación de tratarse más de una suerte de recopilación de “grandes éxitos” que de una historia con entidad propia. Algo decepcionante si tenemos en cuenta que su arranque resulta de lo más prometedor: un misterioso personaje llamado Medianoche da inicio a una serie de asesinatos en Gotham, arrancando el corazón a unas víctimas supuestamente elegidas al azar. Para evitar ser capturado por Batman, Medianoche manipula a varios de los enemigos habituales del murciélago para que le mantengan ocupado mientras sigue adelante con un misterioso plan aparentemente relacionado con reliquias ocultistas.
A lo largo de una docena de números –curiosamente cada uno subdividido a su vez en varios capítulos numerados a modo de los antiguos seriales pulp- Bruce Wayne se ve inmerso en un peligroso juego del ratón y el gato, tropezando con personajes como el Espantapájaros, Clayface, Killer Croc, Man-Bat o el Joker mientras lidia con sus sentimientos por una resolutiva inspectora de policía. Niles saca partido a pequeños detalles propios del género terrorífico y sus plasmaciones más reconocibles, como convertir a Clayface en un monstruo gigante sacado de un film de Godzilla; el episodio enmarcado en Halloween donde es imposible distinguir a los villanos de la gente disfrazada; su homenaje a los cómics de género de la EC al inicio de algunos números; el propio diseño de Medianoche, inspirado en las caracterizaciones más icónicas de Lon Chaney… sin embargo todo ello está puesto al servicio de una trama excesivamente alargada, donde el desfile de villanos parece obedecer más a un capricho del autor que a su verdadera contribución argumental y cuya resolución acaba siendo explicada atropelladamente en el último número mediante una sobredosis de textos de apoyo en lugar de durante su propio desarrollo.
Por su parte el dibujo de Kelley Jones vuelve a insistir en esa estética de personajes de anatomía imposiblemente retorcida, decorados recargados y un jugueteo con las posibilidades de las sombras y las masas de negro que se han convertido en sus señas de identidad. Jones da rienda suelta a su vena más expresionista, a ratos próxima a la caricatura siniestra, acentuando los rasgos físicos más inquietantes e inhumanos de cada personaje empezando por el propio Hombre Murciélago, al que muestra casi más como una sombra viviente que como un ser humano disfrazado. Pero, a diferencia de trabajos previos como su reivindicable etapa del personaje junto a Doug Moench, los lápices de Jones no tienen aquí el apoyo de un entintado adecuado que minimice sus defectos, dando pie no ya a imágenes anatómicamente imposibles, sino a secuencias de narrativa tan confusa –la primera pelea entre Batman y Medianoche en una azotea- que en ocasiones cuesta saber exactamente lo que está sucediendo. El resultado es un cómic competente, ideal para los fascinados con el lado más oscuro del personaje pero que, desgraciadamente, no solo no está a la altura de las obras más destacadas del personaje, sino que tampoco logra satisfacer las propias expectativas que suscita.
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