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Los Muertos Vivientes - Integral #8 Comic Digital
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Los Muertos Vivientes - Integral #8

El destino final de Rick Grimes y los suyos

Un artículo de José María Pérez Cuajares - Introducido el 06/08/2020
Los Muertos Vivientes - Integral #8
Los Muertos Vivientes - Integral #8 USA - 2020
Guionista:Robert Kirkman
Dibujante:Charlie Adlard
Editorial:Planeta Cómic - 672 páginas - bn Precio:40,00€
PUNTUACION
4,5/5
AVISO: Éste artículo contiene posibles spoilers. En él se revelan aspectos argumentales que el lector podría preferir descubir por sí mismo.

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Aunque nos parezca mentira, han pasado casi 20 años desde que acompañamos a Rick Grimes en su despertar en el hospital, minutos antes de comprender que el mundo que conocía se había terminado para siempre, y que tan sólo le quedaba proteger a su gente y comenzar una huida hacia adelante que nunca tendría final. En lo único que parece que nos hemos equivocado es en que, a pesar de que Robert Kirkman nos asegurase desde el comienzo que se trataba de “una película de zombis que no tiene fin”, el número 193 de la serie fuera de forma sorpresiva el final de la misma. Pero retrocedamos un poco. El creador de la serie ha comentado varias veces que el origen de esta longeva serie estaba en la sensación que le acompañaba cada vez que terminaba una película de zombis, de querer saber que les pasaría a continuación a los protagonistas. Siempre quedaba algún superviviente al terminar los créditos pero, ¿qué les pasaría después? Esa sencilla idea se convirtió en un superventas desde su publicación dentro del sello Image, y en todo un fenómeno mundial tras su llegada a la televisión, donde aún se sigue programando dentro de la cadena ACM.


Ahora que nos llega el octavo y último tomo de la edición integral en tapa dura que nos viene ofreciendo Planeta Cómic, junto con su versión en tapa blanda, es el momento de analizar qué nos deja la serie tras su cierre y si Kirkman ha sabido mantener el ritmo tras tantos años de publicación ininterrumpida. Para todos aquellos que carezcan de la paciencia necesaria para leer esta reseña hasta el final, les diré que sí, que el amigo Kirkman es uno de los mejores escritores de su generación, y que la serie ha mantenido un nivel envidiable durante las 193 entregas de que ha constado. Para los que aún sigáis ahí, es el momento de descubrir las claves del buen saber hacer del barbudo guionista.


Desde el comienzo, la serie no ha tratado de zombis, sino de personas. El grupo de supervivientes liderado por Rick era lo que te hacía volver número a número a tu librería favorita, deseoso de saber si conseguían sobrevivir a un nuevo ataque y, en muchos casos, a los grupos de supervivientes con los que se encontraban en el camino, casi siempre más peligrosos que los propios muertos vivientes que daban título a la serie. El repertorio de villanos siempre ha sido impecable, y la llegada del Gobernador o de Negan solo sirvieron para sumar adeptos a la ingente cantidad de lectores que este fenómeno ha arrastrado. Es cierto que la serie mostró algún signo de cansancio hacia el final del sexto tomo, pero un oportuno salto temporal hizo que los personajes evolucionasen y madurasen ante nuestros ojos, volviéndose de nuevo interesantes y complejos.


En las últimas entregas, hemos encadenado momentos sublimes, como la llegada de los Susurradores y su inesperada conclusión, la pérdida de uno de los personajes originales de la serie, y la aparente imposibilidad de que el grupo de supervivientes encuentre algo parecido a la seguridad dentro de la comunidad a la que pertenezca. La llegada a la Commonwealth parece la opción más viable para conseguir esa mencionada seguridad, pero aún les queda mucho camino por recorrer, ya que los miembros de esta nueva comunidad no se lo van a poner nada fácil a los recién llegados. Por supuesto que no desvelaremos aquí el final de la serie, pero sí diremos que incluye un nuevo salto temporal que cierra la serie a modo de epílogo, analizando lo que será de los personajes en el futuro y alguna que otra pérdida irreparable, en lo que parece haberse convertido en la marca de la casa, que nos hará derramar alguna que otra lagrimita. Charlie Adlard sigue haciendo un fantástico trabajo, alternando las páginas en las que pone su atención en los personajes, con otras en las que los zombis reclaman el protagonismo para dar rienda suelta a su salvaje arte. Estaremos pendientes de los próximos trabajos de Adlard, al igual que podemos ya disfrutar de Die, Die, Die! o Fire Power, las nuevas obras de Kirkman.


Para mi gusto, Kirkman vuelve a demostrarnos que es un creador con mayúsculas, al que no le tiembla el pulso a la hora de cerrar una colección que sin duda le iba a seguir generando beneficios de haberla continuado. Tal y como hizo con Invincible, su otra longeva y recomendadísima serie, el último número demuestra que en sus páginas hay plantadas las semillas de lo que podrían haber sido años de la serie, que ahora no verán nunca la luz. Sin embargo, el hecho de que la calidad del producto se haya mantenido durante todo el trayecto, es motivo más que suficiente para alegrarnos por haber llegado al final. Para aquellos que aún no se hayan decidido a probar la versión en viñetas que dio origen a la serie, decirles que deberían correr a su librería a hacerse con los volúmenes de esta inolvidable historia, que se lee de forma adictiva, y tras la cual seguiremos preguntándonos que les sucede a los personajes principales.


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